Salvador Dalí llega al Centro Pompidou de París con una gran retrospectiva, la primera en más de treinta años en la capital francesa, en la que exhibe, en palabras de los organizadores, toda su «bulimia creativa».

Desde mañana miércoles, y hasta el 25 de marzo, quienes visiten el mayor museo de arte moderno de Francia podrán admirar más de doscientas piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones de vídeo, en las que el genio surrealista «aparece integrado en su obra», explicó la comisaria Montse Aguer.

«Dalí decía que saber mirar es una manera de inventar», recordó la también directora del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Gala-Salvador Dalí, quien cree que en esta muestra el pintor «provoca» al espectador para que vaya «más allá de la imagen frívola» e indague en su obra.

Una estructura con forma de huevo en la se proyecta un Dalí en posición fetal da la bienvenida al visitante a una retrospectiva que pasea por todos los aspectos de la obra y la vida del pintor de Figueres.

La exposición, organizada conjuntamente entre el Centro Pompidou y el Reina Sofía, ha tardado tres años en materializarse, un tiempo «escaso» para una exhibición de tales dimensiones, señaló Aguer, y esto ha sido posible «gracias al esfuerzo» aportado por el centro francés.

De hecho, se trata de un evento muy esperado en Francia que ha generado otra decena de actos, exposiciones, subastas y eventos paralelos, más allá de los organizados por el Centro Pompidou, desde donde la muestra viajará en abril próximo a Reina Sofía de Madrid.

Estructurada en torno a un doble eje cronológico y temático, la muestra ahonda en los inicios del provocador artista en la Residencia de Estudiantes y su relación con la Generación del 27, hasta su aterrizaje en la pintura surrealista de la mano de artistas como Joan Miró, Max Ernst o Yves Tanguy.

Mediático

Además, a través de múltiples instalaciones audiovisuales, explora su vertiente más mediática, despreciada por los historiadores del arte por considerarla vulgar y autopromocional, y sin embargo imprescindible para comprender su obra.

«Dalí era un gran actor de sí mismo», indicó la comisaria del Centro de Figueres, para señalar que, no obstante, no se puede olvidar que se trató de un artista con profundos conocimientos de Historia del Arte, y que encontró en Velázquez una de sus mayores influencias.

Las referencias al autor de «Las Meninas» son «continuas» en la obra daliniana, según Aguer, que destacó la sección dedicada a la relación entre ambos artistas donde se ve «cómo Dalí busca nuevas perspectivas y formas de plasmar la realidad».