Antoni Ferrer Abárzuza comparte con el sacerdote ibicenco Isidor Macabich (Eivissa 1883 - Barcelona 1973) la faceta de historiador. Como experto, Ferrer Abárzuza valora y opina sobre una de las figuras más representativas en la investigación de la historia de la Isla que parece haber caído en el olvido para las generaciones actuales. Según el historiador ibicenco, la obra de Macabich continúa teniendo vigencia y es a día de hoy una obra de consulta imprescindible para los especialistas e investigadores.
—La figura de Isidor Macabich parece, de alguna manera, denostada. ¿Cuál es la razón?
—Cuando Isidor Macabich murió Marià Villangómez escribió que con él desaparecía toda una época. Actualmente no se valora negativamente a Macabich, simplemente es eso, era de otra época. Y lo era en todo, en el pensamiento, en el trabajo histórico, en el uso acomplejado de la lengua propia. Objetivamente, en el campo histórico, si no le aplicamos las metodologías de hoy en día, Macabich es un gigante. Además, todo el mundo lo conocía, a él y a su obra, la Historia de Ibiza. Eso tiene mucho mérito.
—¿Se ha olvidado su figura?
—No lo sé, se tendría que hacer una encuesta. El tiempo pasa y, aún después de la muerte que es tan absoluta, seguimos envejeciendo. El personaje de Isidor Macabich se ha hecho viejo, muy viejo. Además, por otro lado, una parte de la población de Eivissa vive en un grado de desarraigo importante y eso comporta desconocimiento de la cultura insular. Eso puede explicar que los referentes como Macabich puedan ser desconocidos. Tampoco creo que el sistema de enseñanza que tenemos se preocupe demasiado por este asunto.
—Ya no se recurre a él para homenajes, parece que nadie lo reivindica. ¿Es así?
—Todo va unido. Como he dicho Macabich se ha hecho viejo y, además, afortunadamente tenemos otros personajes a quienes homenajear, más jóvenes, más nuestros. Si hablamos de homenajes, Macabich tuvo su época. De todas maneras, hay homenajes y homenajes. De hecho, cada libro de historia o de etnografía que se publica actualmente es, en gran medida, un homenaje a Macabich. Es casi imposible no tener que citarlo. Su obra se debe consultar a menudo, al menos por parte de las personas que investigan.
—Su calle es la mejor de Vila y, sin embargo, parece que nadie sabe por qué.
—Mucho me temo que tampoco se conoce a Villangómez ni a Marí Cardona, claro que, inexplicablemente, sus calles son más pequeñas que las de algunos personajes de dudoso mérito. Es lo que he comentado antes, nos hemos convertido en una sociedad diversa y la cultura propia no tiene ni la fuerza, ni el prestigio, ni las herramientas para dar a conocer su pasado y su idiosincrasia más allá de cuatro tópicos. Y hacer eso, dar a conocer la cultura propia, entenderla y divulgarla no implica no querer aceptar innovaciones ni dejar de abrir los brazos en señal de bienvenida. Macabich tenía, como Marí Cardona, este objetivo, el de dar a conocer Eivissa a todos los que viven en la Isla.
La vigencia de su legado
Para Antoni Ferrer Abárzuza, «la Historia de Ibiza, de Macabich, es indispensable». Sin embargo, esta categoría queda restringida al sector de los investigadores. En este sentido, el historiador apunta que «no es una obra para la gente, para el público general, no es lo que hoy diríamos una obra de divulgación».
En este sentido, el investigador ibicenco reconoce que «es muy urgente publicar un libro de historia de Eivissa y Formentera que resulte ágil, didáctico y lo más ameno posible».
Sin embargo, Ferrer Abárzuza no le resta mérito a la labor de Macabich, a la que califica de «trabajazo» y apunta que, una de las soluciones, en caso de querer otorgarle una nueva utilidad, podría ser «añadir un índice de nombres, temas y topónimos», en lo que se refiere al campo histórico y etnológico de la labor del sacerdote.
4 comentarios
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Juan Antonio, la veritat és que això de no complicar la vida a sa gent canviant es noms de carrers... ok, d'acord. Però em pregunt qui va ser, en es seu moment sa "lluminària" que va decidir atorgar-li, ja no un carrer, si no tot un boulevard as pocavergonya d'en Matutes? Coloxx: Però bon home, quanta ràbia! La veritat és que desprès d'haver-me llegit bona part del que publicà en Macabich i el que fins ara ha fet en Toni Ferrer, només em faig una pregunta: el vostro desafortunat comentari és degut a s'odi, sa ignorància, o una abundant dosi d'ambdues? Com molt bé diu sa dita: qui té rabia, que mosseg s'aufàbia.
"Mucho me temo que tampoco se conoce a Villangómez ni a Marí Cardona, claro que, inexplicablemente, sus calles son más pequeñas que las de algunos personajes de dudoso mérito" es lo que manifiesta Ferrer Abárzuza en esta entrevista. Por haber trabajado durante 20 años en el departamento que se proponen los nombres de calles le diré que, cuando se produjo la necesidad de poner los nombres de Marià Villangómez y Joan Marí Cardona al nomenclator de la ciudad quedaban pocas calles sin nombre. El urbanismo desarrollista de los años 1970-80 ya había acabado. Sólamente se estaban haciendo ampliaciones de barrios de los alrededores del centro. Sin embargo, debo decirle que cambiar el nombre de una calle ya establecida para beneficiar a un personaje "más importante" sobre otro que lo es "menos" puede causar numerosos problemas a los residentes y propietarios de las citadas calles y a la Administración, pues toda la documentación de escrituras, reibos, padrones, catastro y demás tienen los nombres de calles consolidados y no es conveniente cambiarlos por muy merecido que tenga un personaje a una calle más larga o más céntrica. Les tocó donde había calles libres y así está. Esto era un criterio que se hacía pensando en molestar lo menos posible al ciudadano.
Carai coloxx, com es nota que no coneixes en Toni Ferrer Abarzuza!
Isidoro Macabich es una figura irrepetible. Se nota que quien le califica respira por la herida de la envidia. Obviamente él mismo aspira a ocupar su lugar, pero no le llega ni a la suela del zapato. Ni le llegará jamás si sigue por este camino.