Una imagen de parte del grupo junto a Joan Barbé, en los Magrana Studios, donde se está grabando el disco.

«Estamos como niños, muy ilusionados con este proyecto», aseguraba Alfredo Marí, el vocalista de Pota Lait, formación que completan Jaume Tur, Miguel Arredondo, Pere Cardona y Juan Antonio Colomar. Marí ya se ha encargado de grabar sus temas en los Magrana Studios mientras que el resto del grupo finalizará las grabaciones en los próximos días. Este álbum, aún por titular, contará con once temas y verá la luz tres años después de su último disco, Aferra-t'hi fort, y viene imbuido por el aire fresco que aportó la incorporación a la banda del teclista y trompetista Jaume Tur.

—¿A qué suena este nuevo disco?

—A Pota Lait nuevo. Desde que en agosto de 2010 cambió la formación y entró Jaume Tur, el grupo ha experimentado un cambio positivo. Al principio tratamos de que sustituyese al músico que se había marchado pero, poco a poco, nos dimos cuenta de que era mejor adaptarnos y buscar un nuevo sonido, ahora sonamos diferente.

—¿Cuál es la diferencia?

—Todos los que nos han escuchado coinciden en que es una sorpresa. Ahora ya llevamos un año rodando y la diferencia es evidente. Ahora, el sonido de la banda es más potente. Antes era más acústico, al usar guitarra acústica y mandolina. Con este disco quedará patente que estamos en una línea bastante más cañera.

—Ha cambiado el sonido, ¿continúan con sus letras algo gamberras?

—Sí. Ahora hemos incluido algunos temas que llevan por título juegos de palabras, algo que no habíamos hecho nunca y que ha surgido por casualidad. Uno de ellos ya lo hemos presentado en directo y se titula Mica gat. El resto sólo los hemos tocado en el Bar Costa de Santa Gertrudis, antes de que cerraran por vacaciones durante un mes. Nos juntamos algunos músicos para tocar y ese día decidimos tocar solamente los temas nuevos.

—El punto canalla no lo han perdido.

—No. Lo único es que nos hemos despistado porque en cada disco incluíamos una canción en ‘eivillano'. Cuando nos quisimos dar cuenta ya teníamos todos los temas preparados y no teníamos ninguna canción en ‘eivillano'. Teníamos material para incluir otra canción pero el tiempo se nos echaba encima.

—Siempre pueden editar una versión ‘deluxe'.

—Sí, primero vamos a ver como rueda este, que lo hemos cogido con muchas ganas. Hemos estado un tiempo algo parados y ha sido una transición un poco rara. Repito que la entrada de Jaume Tur ha aportado sangre nueva y sonidos nuevos por lo que ahora tenemos muchas ganas de hacer este disco.

—A pesar de los tiempos difíciles que vive la industria.

—Hacer un disco ahora es algo simbólico pero se tiene que hacer. Aunque no se venden discos, hay que hacerlo, presentarlo, rodar un par de años con él y después ya se verá.

—Después de tanta espera, ¿habrá una presentación oficial de este nuevo trabajo?

—Es algo que no hemos hecho nunca y en esta ocasión queremos hacerlo. Además, estamos esforzándonos por actualizar nuestros perfiles en las redes sociales y mantener informados a nuestros seguidores. Estamos con muchas ganas y nos apetece presentar este disco en directo.

—¿Podremos ver a Pota Lait en más conciertos este verano?

—La cosa está muy parada en los últimos meses, concretamente desde las elecciones. Los que nos contratan han comenzado a plantear una rebaja de precios.

Soluciones en tiempos adversos

Para Alfredo Marí, que se define como «muy ibicenco» existen numerosas posibilidades de optimizar los recursos con el fin de promocionar la cultura. «La juventud de la Isla vibra con diferentes manifestaciones artísticas», afirma el cantante de Pota Lait. Para él, «la gestión política no está cerca de los jóvenes creadores». Marí recuerda que en la localidad madrileña de Rivas se han habilitado vagones de tren abandonados para que grupos jóvenes los usen como locales de ensayo. «Aquí podría hacerse lo mismo y aprovechar otros espacios que no se usan para ofrecer actuaciones semanales de diferentes estilos», afirma.