Sa Pedrera tendrá que esperar

«Al principio se ofreció como centro artesanal pero a los artesanos no les gustó. Así que pensamos que los músicos de la Isla podrían darle uso como lugar de ensayo, que es una necesidad que muchos de ellos tienen», explicaba hace algunos días a este periódico la concejala de Cultura, Patrimonio, Recursos Humanos y Fiestas de Vila, Lina Sansano. Desde que finalizaron las obras en este enclave, situado a pocos minutos del Mercat Vell, permanece cerrado por unas puertas metálicas pese a que el proyecto se sustentará sobre una estructura acristalada que permite obtener una gran cantidad de luz natural.
Antes de que se ejecute la segunda fase del proyecto, cuyo coste de equipamiento asciende a 1,3 millones, hay obras en los aledaños que son prioritarias para el Consistorio, por lo que el inicio de las tramitaciones no comenzaría antes de un año. Posteriormente, y con el fin de equiparlo para su uso específico, tendría que instalarse el escenario, las butacas y un techo aislante con el fin de que la acústica sea la apropiada. «El cristal no casa bien con la música, porque hace que el sonido rebote mucho», apuntaba Oscar del Rincón González, Arquitecto técnico del Ayuntamiento de Vila
Deterioro
«No da la sensación de ser un sótano», señalaba el aparejador, que explicó durante una visita al centro que el espacio se adaptó al frente de piedra que se encuentra en este lugar y que la edificación posterior se adaptó a éste.
A pesar de que las instalaciones no se usan y permanecen cerradas desde hace meses ha sido imposible evitar los actos de vandalismo. Varias de las lámparas de suelo ubicadas en la calle que discurre paralela al centro han sido destrozadas. «Las reponemos y al día siguiente vuelven a romperlas», aseguró la edil, que añadió: «Hasta que no esté el proyecto en marcha no las volveremos a reparar».
Por otro lado, la basura y la suciedad se acumulan en el suelo de unas instalaciones de 350 metros que, de momento, no tienen uso. El siguiente paso sería iniciar el concurso para la licitación de las obras, pero eso no ocurrirá hasta el año que viene, como mínimo. «Habrá que cerciorarse de que los músicos quieren utilizar este espacio, de lo contrario, habría que reconsiderar su uso», apuntaba Oscar del Rincón. Por otro lado, Lina Sansano hizo hincapié en que «hay que asegurarse de que los músicos querrán ensayar aquí porque no tiene sentido ejecutar este proyecto si luego no podrá ser útil para el público para el que está destinado».