Charlotte Mensforth que hoy inaugura una muestra individual, ayer, cerca de la redacción de Ultima Hora Ibiza y Formentera. | EVA MEDINA
La pintora británica Charlotte Mensforth inaugura hoy, a las 20 horas en la galería Berri de Sant Agustí, una exposición con una colección de cuadros inspirados en Eivissa y otros lugares del mundo. Durante todos estos años, Mensforth ha reflejado en sus obras sus múltiples viajes, que le han llevado a recorrer medio mundo. A través de sus creaciones, el visitante podrá conocer sus pasiones, sus influencias y, sobre todo, el espíritu aventurero de la artista. Sus obras permanecerán en este espacio expositivo hasta el día 30 de junio.
Se trata de la primera exposición individual de la artista desde 1971, año en que la pintora presentó su obra en la galería que el famoso falsificador Elmyr de Hory poseía en Dalt Vila. Su relación con Eivissa se remonta al año 1964, cuando conoció al que acabó siendo su marido, de manera casual en un trayecto en Ferry a las Canarias. El escritor Jack Beeching, su esposo, le transmitió su amor por este lugar, que le ha servido como lugar de inspiración. Sin embargo, su voluntad de trotamundos, les llevó a abandonar su casa de la Cala de San Vicent, la misma que inspiró al escritor Alexis Brown para escribir en 2008 la novela A valley wide.
Mensforth pasó de recibir una formación clásica en la escuela de Bellas Artes de Londres a trabajar durante un año en una prestigiosa agencia de publicidad. Tras abandonar este puesto comenzó a viajar con su pareja y a ganarse la vida con sus cuadros, a través de varios mecenas y fieles compradores.
Alma viajera
Las ciudades canadienses de Ottawa y Toronto, el medio oeste americano, una céntrica galería de Londres o París, capital cultural europea durante muchos años, han acogido exposiciones de esta artista, capaz de reflejar situaciones cotidianas y dejarse influenciar por aquello que sucede a su alrededor.
La pareja formada por el escritor y la pintora vivió en lugares como Italia, Francia, Turquía o Grecia de donde tuvieron que huir tras el golpe de estado, de 1966, dejando atrás todas sus pertenencias, cuadros y manuscritos, que recuperaron diez años después.
El deseo del esposo de Charlotte Mensforth siempre fue regresar a su 'patria chica'. Tras la muerte de su marido, en 2001, decició volver a Eivissa, retomar su carrera artística y adentrarse en el mundo de la escultura en bronce.
Ahora, Mensforth asegura que «profundizar en la escultura ha cambiado mi pintura» y añade que «antes necesitaba mirar mucho más las cosas mientras que, ahora, tengo las imágenes concentradas en mi mente».
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