Terrence Malick, mito en vida del cine estadounidense, no acudió a una gala en la que Pedro Almodóvar y Aki Kaurismaki se fueron casi de vacío. El anacoreta Malick pudo así con el universo renovado de Almodóvar en La piel que habito -que recibió un premio técnico a la iluminación de José Luis Alcaine, el premio de la juventud y fue citado por Uma Thurman como uno de los filmes que tuvieron en consideración para premios mayores- o con Le Havre, una de las muestras más brillantes del talento del finlandés.
Bill Pohlad, uno de los productores de El árbol de la vida, se encargó de recibir la Palma de Oro, pese a que la película fue recibida con abucheos por parte del público y dividió a la crítica.
El jurado de Cannes adjudicó al actor francés Jean Dujardin el premio a la mejor interpretación masculina por su papel en The artist; y el galardón a la mejor actriz fue para Kirsten Dunst por su papel protagonista en Melancholia, del director Lars von Trier, que protagonizó la polémica en el festival al dirigir elogios a Hitler.
El acto de entrega de premios, en la que una radiante Jane Fonda anunció la Palma de Oro, distinguió con el premio del jurado a la película Polisse, de la directora Maiwenn. El realizador danés Nicolas Winding Refn, por su cinta Drive, obtuvo el premio al mejor director.
La lista de premios siguió con el mejor guión, que el jurado atribuyó al israelí Joseph Cedar por Hearat Shulayim. Mientras que las películas de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, Le gamin au vélo, y la del realizador turco Nuri Bilge Ceylan Once upon a time in Anatolia recibieron «ex aequo» el Gran Premio del festival.
En el Palais du Festival también se concedió la Cámara de Oro, el premio que distingue a la mejor opera prima, a Pablo Giorgelli por su cinta Las Acacias.
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