Josep Maria Subirà. | Alejandro Sepúlveda

JULIO HERRANZ

El centro sociocultural s'Alamera acogerá a las 20,00 horas del próximo lunes 11 la inauguración de la exposición Eivissa fotografiada por Josep Maria Subirà, que estará abierta al público hasta el 7 de noviembre. La muestra reúne unas 160 instantáneas en blanco y negro y en color tomadas desde 1957 al 2008 por el reportero gráfico catalán residente en la isla. «La característica principal de la muestra diría que es el número de personajes que figura en ella, de los cuales la mayoría ya no existe. Un incentivo para conocer la importancia que tenía Eivissa en los 50 y 60; principalmente por los pintores extranjeros (y otros de la Península) que llevaron su nombre fuera, como el Grupo Ibiza 59», explicó ayer Subirà a este periódico, añadiendo: «También está el Grupo Puget, con pintores ibicencos, de los que ya sólo queda vivo Toni Pomar. Y literatos y otros tipos de personajes; aunque faltan muchos, por falta de espacio o por no tener fotos de ellos»,precisó.

Una muestra que le ha resultado complicado de montar por una circunstancia personal que Subirà resumió así: «En el 72 tuve un cáncer y estoy aquí gracias a la quimioterapia. Fui un pionero en experimentar estas medidas contra la enfermedad. Estaba fuera de la isla con el tratamiento y un señor que tenía un apartamento encima de mi laboratorio dejó un grifo abierto; se filtró el agua y todo el archivo que tenía desde que llegué en el 56 quedó completamente inservible. Fue un golpe muy fuerte, tras el del cáncer», recordó el fotógrafo, añadiendo: «Para hacer la exposición he tenido que recurrir a la hemeroteca de las revistas Destino, Blanco y Negro, El Correo de las Artes, Serra d'Or y otras; escaneando en lo posible para luego reproducir las imágenes y ampliarlas a un tamaño que fuera apropiado para la muestra».

«Sin molestar a nadie»

Para mitigar el handicap de los negativos, Subirà explicó que ha mezclado este material «con fotografías de otras épocas», lo que proporciona al conjunto un singular contraste en el que destacan un buen número de figuras ya históricas. «Es sólo una mínima parte de las que pude fotografíar. Eso sí, sin molestar a nadie. No como hacen los paparazzi ahora, que entran en la intimidad de las personas sin respetar nada, buscando notoriedad y el mayor dinero posible», señaló el veterano reportero, que el pasado marzo cumplió 80 años.

Precisamente, la redonda efemérides «es una de las razones de la exposición, porque cuando se iba a inaugurar esta sala, hará unos dos años o así, el conseller de Cultura, Marià Torres, me dijo que quería abrirla con una muestra de mis fotos. Entonces yo no podía, pero le sugerí que lo dejaramos para mi 80 cumpleaños, y le pareció muy bien», apuntó.

Octogenario, pues, Josep Maria Subirà se siente «con una salud todavía pasable. No digo más»; esperando «con mucha ilusión» la inauguración de su exposición antológica el lunes 11 en el centro s'Alamera de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), cedido al Consell por cinco años. La misma que tendrá en las citas siguientes, pues tiene en cartera presentar la exposición en otros escenarios, como el Espai Mallorca de Barcelona.