«Creo que esta isla es un gran sitio para un festival de cine; muy atractivo y agradable. Todo depende de las películas que traigan, que no he visto todavía». Con estas palabras, Jacqueline Bisset resumió ayer en rueda de prensa su impresión sobre el Ibiza Film Festival (IFF), de cuya cuarta edición la prestigiosa actriz británica es la presidenta del jurado. Opinión compartida por Carlos Bardem, quien precisó que «es la primera vez que soy miembro de un jurado; lo que es toda una responsabilidad eso de juzgar el trabajo de los otros, estoy más acostumbrado a que juzguen el mío», valoró el actor y escritor madrileño, añadiendo que «ya conocía la isla, y ella me conocía a mí; lo que pasa es que dejé de venir hace tiempo».
Ambos actores estaban acompañados por Antonio Isasi, también miembro del jurado, quien volvió a pedir que nos hiciésemos eco de la escasez de medios con los que cuenta el IFF y de la necesidad de que las instituciones apoyen «una iniciativa tan positiva para esta isla». Recordando al mismo tiempo «que ahora el cine en todo el mundo está pasando por una crisis tremenda. Creo que es un momento muy difícil, en el que sobrevivirán las grandes personalidades creativas», subrayó.
Recortes a la cultura
Jacqueline Bisset lamentó el presupuesto mínimo del IFF. «Es triste que este festival también este afectado por los recortes, según he oído. Parece que en España, como pasa en otros países, la crisis está afectando bastante a la cultura», observó la actriz, que se mostró escéptica sobre la oportunidad que puede suponer la escasez económica para estimular al séptimo arte: «No creo que la crisis favorezca al cine; es difícil que el talento funcione sin dinero, porque depende mucho de los negocios. Por eso es importante que existan festivales, pues es una oportunidad para que puedan verse las películas que no tienen gran presupuesto».
Sin embargo, la actriz reconoció que «en estos momentos hay muchísima creatividad en el cine; con imaginación, energía y rabia; como puede verse por youtube, y por la red en general. Pero es gente que tiene que tener mucho coraje y disciplina para poder salir adelante en este mundo».
Sobre lo que afecta la crisis al cine, Carlos Bardem apuntó: «Quien puede hablar mucho de cómo hacer cine en periodos de crisis permanente, como era la España del general Franco, es Isasi. Él fue capaz de hacer un cine con distribución en todo el mundo y con unas películas de acción maravillosas».
A lo que el veterano cineasta, Premio Goya de honor y Medalla de Oro de las Bellas Artes, señaló: «Hoy hay facilidades enormes para filmar, con tantos avances tecnológicos tan a la mano, pero todo lo que es el mercado está perdido». Y como ejemplo al respecto, Isasi se refirió al caso de Desechos, la última película del joven cineasta ibicenco David Marqués: «No sabe qué hacer con ella, a pesar de ganar el Premio del Público en el último Festival de Málaga y ser muy divertida».
Un fenómeno bien lamentable, que Bardem apostilló con cierta perplejidad: «Es curioso lo que pasa en el mundo de la producción en España, pues parece que sólo interesan las películas con un presupuestos de 20 millones para arriba».
El hijo de la actriz Pilar Bardem y hermano del actor oscarizado Javier Bardem, también abordó otra cuestión endémica de nuestro cine: «Uno de los problemas estructurales del cine español es la poca retribución del guión. Así que, claro, apenas hay guionistas profesionales. Es uno de los lastres de nuestro cine; y lo primero de una buena película es que tenga un buen guión», aseguró el actor y el escritor, quien en 2001 colaboró en el guión de la película Bestirio. Carencia que, a menudo, es suplida por el cine de autor; como son los casos de Almodóvar, Amenábar, Garci... «Con resultados que a veces son interesantes, pero que otras acaban en peñazos», precisó.
EUROPA VERSUS NORTEAMÉRICA
«Son dos mundos muy distintos en el tema del cine»
Jacqueline Bisset reconoció que Europa y Estados Unidos «son dos mundos muy distintos en el tema del cine. Siempre he dicho que allí se hacen movies y aquí films», valoró la actriz, ironizando sobre las superproducciones norteamericanas, la mayoría de ellas para el consumo de los adolescentes de medio mundo, y el cinema verité, según la expresión que usaban los cinéfilos afectos a la nouvelle vague francesa. Movimiento en el que la propia Bisset participó, al ser la protagonista de La nuit americaine (1972), de François Truffaut, gracias a la cual la actriz británica se ganó el interés del público y de los directores de cine europeos.
Así, y al vivir en Estados Unidos, no se mostró muy satisfecha de la oferta que encuentra en su cartelera: «Cuando abro el periódico en Los Angeles es desesperante; no encuentro niguna película de mi interés; por lo tanto estoy hambrienta de buen cine. Interés que me viene de la adolescencia, cuando empezaba a sentir una gran curiosidad intelectual por el cine que se hacía entonces en Europa», recordó.
En cualquier caso, Jacqueline Bisset no se mostró nada pesimista sobre la vida actual. «De todas forma creo que el mundo de hoy es un lugar muy interesante, con el tema de la inmigración y la mezcla de culturas. Lo encuentro fascinante», valoró la actriz, añadiendo: «Me encanta ver el ambiente de los aeropuertos, con tanta gente diferente. Creo que la mejor película que se hace hoy es la propia vida; quiero decir que miro a la vida actual como si fuera una película de lo más compleja y apasionante», concluyó la reconocida actriz, quien ha sido dirigida por leyendas como John Huston o George Cukor.
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