'El Ball', un duelo escénico entre una madre represora y su hija adolescente

Can Ventosa acogerá este sábado (21,30 horas) esta producción del TNC en versión y dirección de Sergi Belbel

Una escena del espectacular montaje que Sergi Belbel ha realizado de 'El Ball'.

Julio HerranzEivissa08/03/10 0:00

El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas de este sábado 13 la representación de El Ball, de Irene Némirovsky, una producción del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) dirigida por Sergi Belbel, responsable asimismo de la versión y la dramaturgia, e interpretada por Anna Lizarán, Xaro Campos y Francesca Piñón. La coreografía, pieza clave en este duelo escénico entre una madre represora y su hija adolescente en el París de entreguerras, es Sol Picó.
Con un montaje espectacular y avalada por la crítica y el favor del público, este montaje de Sergi Belbel de El Ball es una propuesta original que combina teatro y danza, movimiento y palabra en un híbrido en el que la coreografía expresiva de Sol Picó alterna con un componente dramático bien sólido.

Nuevos Ricos
La novela de Némirovsky deja al descubierto las miserias de una familia de nuevos ricos en el París de los años 20 del pasado siglo. Pasados de la pobreza a la opulencia por un golpe de suerte con la Bolsa, el señor y la señora Kampf deciden organizar un baile en su nueva gran casa e invitar a todo el mundo para mostrar su esplendor. Madame Kampf es una nueva rica, superficial y materialista, que disfruta denigrando y ridiculizando a las demás mujeres. Cuando anuncia el baile, su hija Antoinette, que acaba de cumplir 14 años, sueña con asistir a él; pero su madre, siempre cruel con ella, no tiene ninguna intención de permitirle ir a la fiesta. El resentimiento de la adolescente será tan grande que acabará planeando una venganza personal, y la velada será realmente inolvidable para la madre.
Según ha señalado Sergi Belbel, uno de los autores y directores fundamentales de la escena catalana, «la novela de Némirovsky explora magistralmente los movimientos interiores y los tormentos que provoca la adolescencia en la mente retorcida y compleja de Antoinette y estos vaivenes emocionales podrían ser interpretados perfectamente a través de la danza y el movimiento».