La iglesia del Puig de Missa en Santa Eulària fue ayer el escenario escogido para la despedida del escultor británico nacionalizado irlandés Barry Flanagan (Prestatyn, Gales, 1941), fallecido el pasado día 31 de agosto en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario después de una larga enfermedad.

Al acto de homenaje, presidido por una imagen del fotógrafo José del Río Mons colocada sobre el altar (su cuerpo ha sido incinerado y está en posesión de su familia), acudieron sus hijos y ex esposas, además de multitud de amigos, conocidos y admiradores, que llenaron completamente el templo.

Fue una ceremonia sencilla, a medio camino entre lo religioso y lo laico, en la que, incluso, se pudo oír su voz en el recitado del poema de Sex W. Johnston Mantra of the Awoken Powers (Mantra de los Poderes Despertados), grabado con música de Hugh Cornwell en 1998, además de un breve recordatorio de su vida y su obra por parte del director del Museo Irlandés de Arte Moderno, Enrique Juncosa. Precisamente este museo fue el último que realizó en 2006 una última gran exposición retrospectiva del escultor. También mostró su escepticismo sobre algunos de los calificativos que se han atribuido a la obra, refiriéndose sobre todo al humorismo que se le atribuye por su utilización recurrente de las liebres, quizás su figura más conocida.

En el elogio de su figura, Juncosa recordó «la gran generosidad» que había mostrado Flanagan hacia la isla, a la que había donado dos obras: un pequeño caballo que se puede ver en uno de los jardines de Santa Eulària y una personalísima obra del cuerpo de la que entonces era una de sus mujeres (inmediatamente moldeado después de dar a luz) al Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) y que en la actualidad puede contemplarse en la sala capitular del Ayuntamiento de Vila, en el convento de los dominicos.

También recordó la importancia de su figura en el mundo artístico actual y su relación con creadores tan reconocidos como Henry Moore o Yoko Ono, además de señalar, en su opinión, la importancia que tuvo para su vida el descubrimiento de Eivissa en los años sesenta, un lugar vibrante en el que convivían personas de multitud de nacionalidades y condición.

El acto, bilingüe inglés-español, para el que se había confeccionado un pequeño libreto que servía de guión y que incluía una pequeña reproducción de la imagen de Del Río, comenzó con una breve bienvenida del religioso encargado de dirigirlo. Luego los asistentes cantaron el tema Morning has Broken, de Cat Stevens; se leyó el poema de Antonio Colinas Cabeza de Diosa Entre Mis Manos, que el escultor incorporó a la obra donada al MACE, y el elogio de Juncosa. Tras esto, Flan Flanagan, hija del artista, hizo lectura (en inglés, traducida al español en el libreto) de un intenso texto titulado Concerning The Surface of God (Relativo a la Superficie de Dios), de Alfred Jarry, de contenido religioso.

Tras la ceremonia, Juncosa rememoró los últimos meses de Flanagan, con quien solía contactar «cada dos o tres meses», y su pesar cuando, al pasar un periodo de tiempo superior, había comprendido que su salud había entrado en un estado precario, hasta el punto de que en sus últimas semanas no era capaz de hablar. Al acto de despedida también acudieron, entre otros, Miquel Barceló, Susy Gómez, Richard McNeff, Cristina Bechtold, María Catalán, la directora del MACE, Elena Ruiz Sastre, la concejala de Cultura de Santa Eulària, Ana Costa, y el ex teniente de alcalde Vicent Riera.