EFE-BARCELONA

Las cenizas del actor Pepe Rubianes, fallecido el domingo en Barcelona a los 61 años y que ayer recibió el último adiós de su familia, amigos y compañeros de profesión, serán esparcidas en Africa y Cuba, dos territorios que hechizaron en vida a este artista lenguaraz. Entre los que se acercaron al tanatorio estaban el presidente de la Generalitat, José Montilla, y su antecesor en el cargo, el también socialista Pasqual Maragall, que han dado el pésame a la familia del artista gallego, quien residió la mayor parte de su vida en Cataluña y siempre se definió como galaico-catalán.

Visiblemente emocionada, la actriz Loles León, amiga íntima de Rubianes, explicó que sus cenizas reposarán en Africa y Cuba, dos territorios «que le volvían loco». Bon vivant reconocido, para el actor lo mejor de todo en esta vida, recordó León sin ningún recato, era «un buen polvo con una mulata, por eso, allí donde estés, espero que te encuentres unas cuantas», deseó la actriz, que calificó a Rubianes como «un hombre intenso, genial, único, como amigo y como actor, irremplazable: la persona, creo, que más me ha hecho reír».