EFE-VALLADOLID

El reconocido productor vasco Elías Querejeta, que recibió ayer la Espiga de Honor de la 53ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), aseguró que nunca ha buscado el agradecimiento de los directores con los que ha trabajado, reconociendo haber discutido «muchas veces» con ellos y que no le gusta hacer balance de su trayectoria, formada por películas que ha producido de la mano de directores con los que siempre ha mantenido una «estrecha y positiva» relación personal y profesional.

Aunque no se considera «autor», porque en cine es una forma de trabajo «muy extensa», Querejeta también escribe guiones, como el que presentará hoy en la Seminci junto con Juan Manuel Chumilla, director de El agua de la vida, un documental sobre los ríos.

«Me siento orgulloso de haber metido un gol al Real Madrid», Bromeó Querejeta, en respuesta a la pregunta sobre de qué siente más orgulloso de su carrera. Y es que, con poco más de veinte años fue jugador de la Real Sociedad, una profesión que dejó en 1960 para trasladarse a Madrid y comenzar proyectos encaminados al cine.

Carlos Saura, Víctor Erice y Julio Médem son algunos de los cineastas que han confiado en la visión productora de Querejeta, quien ha descartado sentirse «revolucionario» tras haber sorteado en más de una ocasión la censura franquista, con películas como La caza (1965) y La prima Angélica (1973), de Carlos Saura. «La censura del franquismo fue un horror para mucha gente», sentenció el producto donostiarra, reconociendo haber falseado guiones durante la dictadura con el objeto de sortear, por lo menos, el primero de los dos tipos de represión cultural -censura sobre el guión y sobre la película-.