AGENCIAS / J. H.

Hasta el próximo 6 de enero el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba) acogerá la exposición Arxiu universal. La condició del document i la utopia fotogràfica moderna, un proyecto dirigido por el ibicenco Bartomeu Marí, director asimismo del prestigioso museo catalán. Cerca de 2.000 imágenes, de entre 1851 y 2008, de artistas como Lewis Hine, Cartier-Bresson, Francesc Català Roca y Xavier Miserachs, entre los 250 autores de las instantáneas, provenientes de 130 instituciones, conforman la poliédrica exposición en la que se indaga y se interpela sobre la noción de documento fotográfico.

En la presentación esta semana, Bartomeu Marí, quien estuvo acompañado por los dos comisarios de la extraordinaria exposición, Jorge Ribalta y Joan Roca, sostuvo que se trata de una «exposición de tesis», centrada en la fotografía relacionada con la gran ciudad, y que sirve para formular dos grandes preguntas: «¿Qué sentido tiene en la actualidad el documento fotográfico?» y «¿Cómo nos relacionamos con los lugares y con aquello que las imágenes representan?».

El montaje de la muestra se despliega a lo largo de dos plantas enteras del Macba, reconociendo sus organizadoras que se necesita más de un día para digerir todo lo expuesto, una narración de la historia de la fotografía, que se cierra con Archivo Universal: la Misión Fotográfica Barcelona 2007, en el que 16 autores distintos aportan «miradas nuevas» de la ciudad del futuro.

Recorrido histórico

La primera parte de la exposición traza un recorrido histórico por los principales debates abiertos sobre la fotografía en el período que va de 1850 a 1980, a partir de cuatro ámbitos: Políticas de la víctima (1907-1943); Espacios fotográficos públicos (1928-1955); Fotografía comparada (1923-1965) y Topografías. Cultura del paisaje y cambio urbano 1851-1988).

El visitante entrará en una serie de salas en las que podrá detenerse ante una constelación de imágenes, revistas e incluso vídeos, de autores tan diversos como Lewis Hine, Alexander Rodchenko, Morris Engel, Eugene Atget, Henri Cartier-Bresson, Helen Levitt, El Lissitzky o Robert Doisneau. También podrá conocer aseveraciones efectuadas a lo largo del tiempo sobre la imagen fotográfica, como la del ruso Sergei Tretiakov, quien indicó, ya en 1928, que «la fotografía no es un mero taquígrafo, también explica»; o la contundente del norteamericano Allan Sekula, quien dijo en 1981 que «a la condición artística de toda fotografía le acecha el reverso objetivo de los archivos policiales».

La segunda parte, en la que se interpela directamente a la ciudadanía sobre la Barcelona del futuro, presenta un recorrido amplio por la construcción fotográfica de la ciudad desde la Exposición Universal de 1988 hasta el Fórum de las Culturas de 2004, pasando por la Exposición Internacional de 1929, la Guerra Civil, la dictadura franquista o los Juegos Olímpicos de 1992. Agustí Centelles, Català-Roca, Miserachs, Joan Colom, Oriol Maspons o Ramon Masats se encargan de mostrar los inicios de este relato, mientras que Humberto Rivas, Manolo Laguillo o Marta Povo se centran en mostrar la Barcelona de los 80 y los 90.