El investigador Nito Verdera fue uno de los ponentes del simposio.

Las actas de conclusiones del Simposio Internacional La lengua Materna de Colón celebrado el pasado mes de mayo en Eivissa arrojan, según el periodista y especialista en la historia del descubridor, Nito Verdera, «sin lugar a dudas su origen catalán, y más concretamente ibicenco, así como judío». Para Verdera las determinaciones de esta cita organizada por la Conselleria de Cultura del Consell Insular, junto con la UIB, «nos han permitido finalmente conocer la lengua de Colón y parte de su procedencia gracias al excelente trabajo de algunos de los mayores expertos en la materia del mundo».

Verdera, quien fue uno de los seis ponentes de acto celebrado en el marco de la conmemoración del V Centenario del fallecimiento de Cristóbal Colón, aseveró que «estos documentos, hoy en la imprenta, demuestran la cultura léxica de Colón, su poesía o los topónimos catalanes y más concretamente ibicencos que utilizaba». El ponente aseguró que dichas actas han permitido «que se pueda demostrar finalmente que Colón no pudo ser ni italiano, ni gallego, ni portugués, puesto que no sabía escribir en dichas lenguas, y en cambio sí dominaba el catalán, ya que aunque era castellanoparlante en ocasiones, cuando no sabía designar un término, hacía uso de sus conocimientos como lo hacen los habitantes bilingües de Eivissa hoy en día». Es más el historiador añadió, «que se podrán demostrar que terminologías como la «p» arabizada de Ibiza que se pronuncia como «b», está patente en palabras a las que concurre en navegante como «barlovento».

Verdera destacó la importancia de los hallazgos de figuras como el profesor Lluís de Yzaguirre i Maura, del Centro de Estudios Colombinos de Barcelona, quien «gracias a sondeos con las nuevas tecnologías ha encontrado la procedencia de cada una de las palabras de todos los textos escritos por Colón» o de la historiadora Estelle Irizarry, de la Universidad de Georgetown (Washington), quien descartó el origen italiano de Colón al afirmar «que su dominio del castellano y del catalán era demasiado amplio para que estas no fueran sus lenguas maternas». Estudios, según Verdera, «imprescindibles en los resúmenes recogidos en dichas actas».

El también periodista secundó la opinión de la experta, así como el verdadero origen judío del navegante, «que queda patente de manera implícita en la Obra de Profecías que éste escribió al final de su vida donde la propia Irizarry descubre códigos en los que muestra su ideología judía de un modo que sólo otro judío podría detectar, y que sirvieron a su hijo para adentrarse en esta religión sin tener que asistir a una sinagoga, algo que los Reyes Católicos nunca hubieran aprobado».

La genealogía de Colón y su escudo heráldico fueron otros de los asuntos en los que Verdera introdujo su opinión al afirmar «que no es un invento del navegante, como se llegó a afirmar, sino que hay distintos estudios que sitúan la casa de armas del almirante en el Sur de Francia acuciadas por un éxodo de su familia de origen judío desde el Norte de Àfrica». De hecho, para el ibicenco, «es aquí donde se deberían hacer estudios genéticos para buscar sus orígenes».