NATALIA CÀRDENAS
Nieves empezó su formación como bailarina en la academia Capricorn de Eivissa, donde bajo el severo mando de Sandy trabajó duro estudiando baile clásico, jazz y claqué para salir adelante en este competitivo mundo. Con tan solo 16 años se marcho sola a Madrid para ingresar en el Real Conservatorio de Danza. Una vez allí sabía que las puertas del ballet se le abrirían más fácilmente. Entrar en el Conservatorio es una labor difícil que solo consiguen unas 20 personas al año, entre la gran cantidad de jóvenes de toda España que se presentan.

La bailarina, Nieves Portas acaba de finalizar el grado medio de danza española y está pendiente de ser admitida en el grado superior, en el que se le permite estudiar dos años más y así después poder ejercer el trabajo de profesora de danza como bailarina profesional.

«La primera meta que tenía como bailarina era entrar en el Conservatorio, una vez que ya he alcanzado este sueño deseo formar parte de una compañía importante y tener un trabajo estable. Es una profesión dura e inestable, además de ser muy competitiva y dar poco dinero» comentó Nieves.

Su mayor pasión es el flamenco, la joven se declara una amante de este baile y entre sus ídolos se encuentra Currillo, Matilde Coral y Beatriz Martín, esta última ha sido profesora suya en el Conservatorio.

La bailarina se marchó a Madrid por iniciativa propia y le disgusta mucho no haber recibido ningún tipo de ayuda económica, a modo de beca, por parte del Consell. Ella se marchó, como cualquier estudiante, a estudiar una carrera, la diferencia estaba en que la suya era una carrera de baile y esto no se incluye en las becas de estudios o desplazamientos. «Resulta muy costoso hacerse cargo de todos los gastos que esto conlleva, tengo que pagar un alquiler como cualquier otro estudiante que sale de Eivissa porque en la isla no tiene la posibilidad de estudiar lo que le gusta. El ballet también es una carrera, que además tiene el gasto extra de pagar a un fisioterapeuta por todas las lesiones que se le producen a los bailarines. Por suerte mis padres me han podido ayudar» dijo Nieves.

Esta chica parece estar logrando sus metas. Ya ha actuado en la famosa sala madrileña de la Riviera, además de bailar en la Real Escuela de Artes Escénicas de Madrid. Ahora dedica horas a ensayar las coreografías de Antonio Márquez como segunda bailarina y de momento se mantiene a la espera de poder debutar como primera bailarina en esta compañía.

Por su dedicación, la cantidad de horas de ensayo que dedica al baile, la joven parece decidida a triunfar; por lo menos, ganas no le faltan.