La nueva vida de Santa Ana

El coste de la restauración de esta tabla del siglo XVI, que formaba parte de un retablo mayor, más otras dos tablas del siglo XIV (San Antonio y Santa Tecla) asciende a unos 3.300 euros. «La restauración de estas tres tablas forma parte del plan insular de gestión del patrimonio histórico artístico para 2001 y 2002, a propuesta del Obispado y debido al pésimo estado de conservación en el que se encontraban», explicó la consellera de Cultura, Fanny Tur. «Cuando Nieves Peinado termine este trabajo, haremos el proyecto para restauración de otras piezas de la Catedral; todavía queda mucho por restaurar», añadió.

Por su parte, Francesc Torres i Peters agradeció «que se hiciera caso a nuestra petición, y que se prosiga, porque también hay una serie de obras ya menores, sobre todo lienzos, que necesitan una intervención urgente; sobre todo para evitar su deterioro». «Por ejemplo un retrato de Fernando VII de bastante calidad que se encontraba en el palacio episcopal. Sospechamos que sería del obispo Carrasco, que era bastante absolutista», precisó.

En cuanto a los aspectos técnicos de la restauración de la tabla de Santa Ana, Peinado explicó que «la obra presentaba zonas con pérdida de pintura de importante extensión, que afortunadamente no afectaban al grupo central, pero dificultaban la apreciación global del conjunto». Una desafortunada intervención de los años 60 en la que se aplicó lo que se conoce por «tono neutro», dificultó aún más la restauración de «esta pieza de excelente factura y destacable valor histórico artístico, a la que haremos un seguimiento atento durante los próximos meses», concluyó.