«El público de Formentera es estupendo y los enanos encantadores». Con estas palabras resumió a este periódico Dunia Hedreville la experiencia de los dos conciertos que ha ofrecido en la Sala de Cultura de «Sa Nostra» en Sant Francesc; el primero (el lunes) para mayores, y el segundo (ayer) para los escolares de la isla. Asimismo, la polifacética cantante, acompañada por el bajista y el percusionista de su grupo presentó ayer en la sala homónima de la entidad en Eivissa el mismo concierto de música «Ñu Dayé» que dio el lunes en Formentera.

Dunia Hedreville y su grupo «llevamos haciendo todo el invierno conciertos escolares en Mallorca». En esta ocasión, interpretaron «música africana, un gospel que tienen los chicos en inglés y dos o tres temas nuestros». Una experiencia en la que se combina la enseñanza musical con la toma de conciencia acerca de problemas sociales del tercer mundo. «Cantan con nosotros, les hacemos seguir el ritmo y les explicamos las diferencias entre ritmo, melodía y armonía. Es una clase de música en directo en la que intercalamos comentarios sobre asuntos como el Apartheid y así», comentó la cantante.

Dunia Hedreville nació en París. «Mi padre era de Guadalupe y mi madre de León, española. Soy mestiza, de ningún sitio y de todos, pero hace 17 años que resido en Mallorca, el sitio en el que más tiempo he vivido. Un día decidí poner el culo en la isla y, de momento, no lo he quitado», comentó satisfecha.

El propósito que impulsa, tanto a ella como al resto del grupo a hacer música de fusión, «es dar a conocer la riqueza de la música tradicional con raíces», apuntó.