Imagen de la inauguración por el Rey de la Feria del Libro de Madrid.

El Rey inauguró ayer la LXI edición de la Feria del Libro de Madrid, que, durante diecisiete días, convertirá el parque de El Retiro en una fiesta de invitación a la lectura para todas las edades y en un lugar de encuentro para lectores y escritores. Acompañado de la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, del alcalde de la ciudad, José María Alvarez del Manzano y del director general del libro, Fernando de Lanzas, Don Juan Carlos recorrió durante dos horas las casetas y pabellones de la Feria.

El sol y el calor dieron la bienvenida a la nueva edición de este tradicional evento, que este año cuenta con «iniciativas muy interesantes» para fomentar el hábito de la lectura, una «fuente de conocimiento que no tiene alternativa», según destacaba la ministra de Cultura, que estaba «fundida» después del «minucioso recorrido» realizado por el Rey en el Parque de Coches de El Retiro. Un recorrido en el que, además de saludar a los escolares que estrenaban las actividades desplegadas para ellos y otros visitantes, como una señora que recitaba los ripios que había compuesto a la familia real, el rey conversó con libreros y editores y pudo comprobar la inmensa y variada gama de libros que la Feria ofrece.

Los responsables de la Feria le regalaron una edición facsímil de «Ratón Pérez», un cuento que el padre Coloma escribió por encargo de la madre de Alfonso XIII cuando a éste se le cayó su primer diente. Pero don Juan Carlos se marchó de El Retiro con muchos otros libros como obsequio, porque en ninguna caseta aceptaron que los comprara. Muchos de ellos eran para sus nietos, pero otros fueron lecturas de todo tipo para él: desde poéticos como «Las nubes» o «La realidad y el deseo», de Luis Cernuda, a una edición en miniatura de «El Principito», pasando por libros de acupuntura o sobre política, como «La nueva diplomacia rusa» de Igor Ivanov, el ministro de Exteriores ruso, al que verá próximamente.

Libros de historia como «Un rey para la esperanza» de Juan Pando, o ensayos como «Malas», de Carmen Alborch, fueron otros de los ejemplares que se llevó. El rey recorrió las 385 casetas (nueve menos que el año pasado) que componen la feria, y casi todos sus pabellones, desde el del Libro Electrónico que muestra los últimos avances tecnológicos en edición y soportes, a la Biblioteca del Ratón Pérez, en el que este popular personaje invita a los niños al banquete de la lectura ofreciéndoles títeres, libros y todo tipo de actividades. También conoció el pabellón Carmen Martín Gaite o el de Tertulias Literarias, dos de los lugares en los que a lo largo de la feria se celebrarán más de un centenar de conferencias, debates, presentaciones de libros y tertulias.