EFE-ASTURIAS El artista vasco Agustín Ibarrola confesó ayer que la obra que ha proyectado para convertir la escollera de defensa del puerto de la localidad asturiana de Llanes en una monumental escultura, que se denominará «Los cubos de la memoria» y cuyas obras comenzaron ayer, «es el mayor reto» al que se ha enfrentado en su vida.

La iniciativa surgió del ayuntamiento Llanisco, cuyo alcalde, Antonio Trevín, pidió a Ibarrola que pintara la superficie de los bloques de hormigón de la escollera para plasmar el paisaje, la cultura y el modo de vida de los llaniscos a lo largo de la historia. En los bloques proyecta realizar distintas composiciones pictóricas en las que se emplearán unos 5.000 kilos de esmalte. Ibarrola pretende crear «un inmenso mural que será al mismo tiempo una gigantesca escultura policromada de infinitos escorzos».