El patio de butacas de Can Ventosa recibió a un nutrido grupo de aficionados al cine que no quisieron perderse la jornada inaugural de este certamen, que celebra este año su segunda edición. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

La primera jornada del Festival Internacional de Cinema Independent Elektrozine 2000 dio comienzo ayer con dos noticias de último momento que añadieron emoción, y algún sobresalto, a la inauguración de esta segunda edición del certamen.

Por una parte, Gabrielle Salvatore, el director italiano autor, entre otras, de «Mediterráneo», tuvo que despedirse precipitadamente de Eivissa -y de su tarea como jurado- al surgirle un rodaje en Italia. Salvatore, quien monta actualmente su último largometraje, había manifestado a los organizadores lo entusiasmado que se encontraba con la idea de participar como jurado en Elektrozine, pero la maquinaria de la industria cinematográfica no se lo permitió. Salvatore será sustituido en el jurado por la actriz (OJO!!!!)
El siguiente sobresalto llegó desde México. Un incendio en el Instituto de Cinematografía de aquel país impidió la normal salida de los cortometrajes incluidos en la retrospectiva mexicana programada en Elektrozine, los cuales no podían llegar a Eivissa hasta el viernes. La rápida intervención de la agregada para Asuntos Culturales de la Embajada de México en Madrid permitió subsanar el incidente, remitiendo a la isla una nueva selección de cortometrajes que estaban preparados para regresar a México, por lo que la retrospectiva se celebrará mañana tal y como estaba previsto, aunque con otras producciones.

Más allá de estos pequeños problemas, Can Ventosa recibió a un numeroso público que no quiso perderse la inauguración del festival, cuya programación para ayer incluía la sección dedicada al panorama balear y la proyección en vídeo del mediometraje brasileño «O Esôfago da Mesopôtamia», ofrecido como homenaje a Luis Buñuel y que podrá volver a verse el jueves en su formato de 35 mm en Multicines Eivissa.

Fernando Monge efectuó una pequeña presentación de Elektrozine 2000 e inmediatamente se pasó a la proyección del primer 'corto', «Fundido en negro», de José A. Torres Marí. «La terraza», obra de David Muñoz, abrió el apetito de la concurrencia con una cuidada fotografía y un gusto por el esteticismo que afecta a un guión no demasiado elaborado.