Canut: 'Reír o llorar da igual, a la gente lo que le encanta es olvidarse de ellos mismos'

Y, desde luego, así sucede a juzgar por las críticas con este clásico de Miller, ganador del Drama Critic's Award de 1947, que llega a Eivissa en la traducción al catalán de Quim Monzó. «Estamos muy contentos de cómo responde la gente desde que la estrenamos en el teatro Romea de Barcelona la primera semana del pasado diciembre». «Ya llevamos más de cien funciones y seguiremos con ella de gira, que terminaremos en Balears, hasta el 10 de junio», apuntó Canut, quien acaba de terminar de dirigir la versión catalana de «Crimen perfecto» para un grupo de Hospitalet. «Va a ir también de gira por Cataluña, a ver si la pueden traer también a Eivissa, porque es una trabajo del que estoy muy satisfecho».

Ferran Madico es el responsable de la dirección de «Tots eren fills meus», obra en cuyo elenco artístico figura, junto a Julieta Serrano y Carles Canut, Santi Ricard, Roser Camí, Òscar Rabadán, Pep Ferrer, Lina Lambert, Pere Anglas, Ester Bové, Xavier Pérez y Joan Minguet.

La próspera familia americana Keller centra la acción de «Tots eren fills meus», localizada en las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Joe Keller y su socio venden una partida defectuosa de material de guerra a las Fuerzas Armadas americanas durante la guerra, lo que provoca la muerte de 21 soldados, uno de ellos el hijo del protagonista, quien es exculpado del delito, mientras que su socio acaba en la cárcel. Uno de lo hermanos del soldado desaparecido se enamora de la novia de este, hija del socio del padre. Ella quiere rehacer su vida y olvidar, a lo que se opone la madre del soldado, que está convencida que su hijo volverá en cualquier momento al hogar.