Material escolar. | CAIB

La Dirección General de Consumo ha lanzado una serie de recomendaciones a las familias para ahorrar en la vuelta al colegio en septiembre, entre las que figuran consejos como la anticipación de las compras, la posibilidad de adquirir libros de texto de segunda mano o comparar precios de los establecimientos.

El Govern ha subrayado que en este período es importante actuar de forma «consciente» y «responsable», para que no se desequilibre el presupuesto familiar y para que las compras sean «seguras, solidarias y respetuosas con el medioambiente», según ha explicado la Conselleria de Salud en un comunicado.

Para controlar este gasto y ahorrar en la medida de lo posible es importante conocer los derechos que tienen los consumidores a la hora de realizar las compras y por eso la Dirección General de Prestaciones, Farmacia y Consumo ofrecen una serie de recomendaciones.

Sobre la planificación y anticipación de las compras, han indicado que esto es pertinente para evitar «inconvenientes, imprevistos y las compras compulsivas».

De igual modo, también han propuesto fijar un presupuesto previo adecuado al gasto disponible, evitar créditos rápidos para financiar los gastos, hacer un uso prudente de su tarjeta de crédito y controlar el gasto que no se pague en efectivo.

En cuanto al material escolar han señalado que es mejor hacer una lista de los productos que realmente se necesitan y repasar todos los materiales del curso anterior y, solo si fuera necesario, adquirir material nuevo.

Por otro lado, han indicado que se hace necesario inculcar a los hijos los principios de sostenibilidad y consumo responsable en la compra del material escolar.

Asimismo, han puntualizado que se puede realizar la compra de los libros de texto en cualquier establecimiento que disponga de ellos. El consumidor no está obligado a comprar los libros en un centro o establecimiento concreto.

«Es posible que el contenido de los libros de texto no varíe de un año a otro, por lo que pueden ser reutilizados por otros niños. En ocasiones, se pueden adquirir libros de segunda mano, que serán consecuentemente más económicos o, incluso, intercambiarlos con otros padres o madres», han sugerido.

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Además, han incidido en que existen ayudas de las administraciones públicas o de las asociaciones de padres y madres para la compra de material escolar o cualquier otro gasto --becas, comedor, transporte o libros--.

También están al alcance los programas de libros gratuitos basados en sistemas de préstamo. Hay una nueva tendencia en internet de intercambiar libros a través de plataformas online.

Para las lecturas recomendadas, la opción más económica es tomar el libro prestado de las bibliotecas o utilizar la nueva tendencia en internet, muy popular en otros países, de intercambiar libros a través de plataformas online.

En la compra de ropa y calzado se propone plantear si el niño necesita nuevas prendas de vestir y, en caso afirmativo, se puede hacer una lista con las cosas que realmente necesita para evitar que se adquieran piezas que no hagan falta.

Además han pedido escalonar las compras y adquirir las piezas de ropa y los uniformes en períodos de rebajas, ya que se podrá conseguir un buen ahorro.

Los establecimientos no tienen la obligación de cambiar un producto que está en perfecto estado, salvo que así lo anuncien. Son libres de devolver los artículos no defectuosos, y en muchas ocasiones pueden facilitar vales de compra en tienda, y no aceptar la devolución del dinero, si bien, si no devuelven el dinero, deben informar de ello.

Se debe pedir y conservar el ticket de compra, factura o contrato que se firme, ya que son su garantía. Son necesarios en el caso de hacer valer la garantía de los productos o, en su caso, realizar cambios y devoluciones o para efectuar una reclamación.

Si se detectan defectos en el producto o que el servicio no se presta correctamente, debemos dirigirnos al establecimiento donde se ha adquirido o contratado y presentar el ticket de compra, la factura o el contrato.

Se debe observar que el precio marcado en el producto es el precio que se cobra en la caja. Si no fuera así, se reclamará que se cobre lo indicado.

Finalmente, es necesario conservar la publicidad o, en su caso, los folletos, al verificar que lo que aparece en el anunciado se corresponde con lo que realmente ofrece el establecimiento, puesto que la publicidad vincula a la empresa que la anuncia.