Sobre las 22.30 horas, los dos arrestados se presentaron en el mencionado establecimiento con la intención de comprar un refresco. Algo normal si no fuera porque los dos portaban un pasamontañas que les ocultaba los rostros. Tras hacerse con la bebida los dos jóvenes fueron hasta el mostrador e hicieron un amago de pagar con un teléfono móvil que se encontraba apagado.
La rabia de los dos asaltantes se desató justo después de que el dependiente que les atendía les pidiera que se retirasen los pasamontañas. Tras declinar la petición, el trabajador los invitó a abandonar el lugar. De camino a la puerta empezaron a golpear varias máquinas que había en el establecimiento.
Minutos más tarde los dos individuos regresaron a la tienda armados con un palo. Sin mediar palabra alguna empezaron a golpear todo lo que encontraban a su paso causando un daño importante en la tienda y un gran desorden. La puerta de entrada, de cristal, se quebró a causa de un golpe. En un momento dado los golpes también fueron dirigidos a los dos dependientes.
En medio de la riña uno de los trabajadores logró activar la alarma del pánico. Después de recibir el aviso una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba por la zona se aproximó al lugar. A la llegada de los agentes, los dos individuos ya habían escapado por lo que algunos ciudadanos que se encontraban por la calle les señalaron la dirección hacía donde habían huido.
Detención
Tan solo unos minutos después, los policías que se habían desplazado hasta el lugar observaron a dos personas con actitud sospechosa. Los dos individuos coincidían con las descripciones que habían prestado los trabajadores de la tienda. Al darles el alto, los dos sospechosos ignoraron por completo las indicaciones de los agentes y siguieron su camino. Momento en el que varios agentes se dirigieron hacía ellos con la intención de identificarlos. Lejos de colaborar, los dos jóvenes intentaron evitar ser detenidos y se enfrentaron con los policías. Por consiguiente, los dos fueron reducidos por los agentes que acto seguido procedieron a su detención como presuntos autores de un delito de lesiones y de daños. Una vez realizadas las diligencias sobre el menor, la Policía Nacional informó a la Fiscalía de Menores y lo entregó a sus padres.