La consellera balear de Salud, Patricia Gómez, afirmó este viernes que la industria farmacéutica debe de ser más transparente al fijar los precios de los medicamentos que paga el Govern y que se suministran a los pacientes de las Islas. En su opinión, la industria debe trabajar de «la mano» con las administraciones públicas .
Gómez dijo que es consciente y entiende que las farmacéuticas deben invertir en sus investigaciones clínicas, pero «el medicamento tiene que tener un precio razonable: necesitamos mayor transparencia para fijar esos precios», insistió.
Con ocasión de un desayuno de trabajo organizado por Executive Forum España en Palma, la consellera advirtió a los asistentes de que se metería en un «jardín» con las declaraciones que iba a hacer sobre las farmacéuticas. En la jornada participaron representantes de las dos más importantes de Japón, Takea y Daiichi Sankyo. La consellera aseguró que no dejarán nunca de comprar un fármaco prescrito por un médico. «Ahora bien, hay veces en la que tenemos serias dudas», admitió, como es el caso de pagar un millón de euros por un tratamiento que alarga la supervivencia de un paciente tres meses. Gómez se preguntó si es ético este gasto y si se puede hacer con todos los tratamientos.
El crecimiento en farmacia en los hospitales de Balears es «elevado» y seguirá creciendo en los próximos años, según explicó la consellera. El 50 % del gasto sanitario balear se dedica al pago de los profesionales y el 25 % a la compra de fármacos. Por ello, la industria farmacéutica no es un «proveedor más» del sistema sanitario, subrayó Gómez, que se mostró partidaria de la firma de acuerdos marco con la industria que sean «públicos» y muestren la «transparencia» de esta relación comercial-institucional.
2 comentarios
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,,, como pides transparencia, cuando eres la primera persona o Estamento que no lo cumple...
A esta señora le importamos nada y menos que nada, está al frente de la peor sanidad de todos los tiempos. La sanidad espía del protocolo y no de la sabiduría y criterio médicos. Después de "obligar" a practicamente toda la población, ella y sus "coleguis", a recibir unas vacunas que ni sabemos aún de sus incontables efectos secundarios y enfrentarnos unos a otros, ahora viene a exigir transparencia a las farmacéuticas porque sus tratamientos le parecen caros y se queda tan ancha. Es para leerlo bien, sobre todo entre líneas. Si hay justicia aquí o allá tenéis mucho que pagar. El tiempo suele dar las mejores respuestas y nada sale gratis.