Durante el juicio, celebrado en una sala de lo Penal de Vía Alemania, la mujer explicó el porqué de su comportamiento. «Hacía meses que no me pagaban, le requerí varias veces que lo hiciera y no me contestó a los mensajes», relató la acusada a la magistrada. Ni la respuesta de su exjefe ni el pago de los atrasos llegaba. «Incluso le envié un burofax y nada. Lo hice para forzar a que me llamara y arreglar lo que me debía», explicó la mujer. La imputada gestionaba las dos cuentas de Facebook de una asesoría ubicada en Palma, donde dejó de trabajar el 29 de octubre de 2020.
Con intención de perjudicar a su ya exempresa bloqueó el 22 de diciembre, casi dos meses después de abandonar su labor, el acceso al nuevo community manager contratado por la compañía. Esa situación perduró durante diez días, espacio de tiempo en el que el empresario no pudo hacer uso de la página, con el consiguiente perjuicio a efectos de publicidad. El perjudicado denunció poco después lo ocurrido. Durante su informe el fiscal mantuvo su petición inicial de multa para la imputada y destacó que lo sucedido es de «gravedad menor». La defensa de la procesada pidió la absolución. El juicio quedó visto para sentencia.
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