Comercialización. Las principales navieras italianas, alemanas y norteamericanas insisten en que es necesario apostar por la sostenibilidad, pero que es materialmente imposible poder recortar la programación de este año al puerto de Palma por estar meses en plena comercialización pese a la pandemia. | Teresa Ayuga

Navieras internacionales, la patronal CLIA, consignatarios, Govern y la Autoritat Portuària de Balears (APB) se reúnen este lunes en Palma para analizar el futuro de la actividad de los cruceros en el puerto palmesano y llegar a un acuerdo más factible que el alcanzado el pasado mes de diciembre en Hamburgo entre algunas navieras y el Ejecutivo autonómico. El objetivo es que se puedan mantener las 496 escalas previstas para este año y que sea a partir de enero de 2023 cuando se apliquen a rajatabla la regulación pactada en Alemania. El principal problema de base radica en que el acuerdo de Hamburgo cifraba para este año, a partir de enero, una regulación de tres cruceros por día, de los cuales únicamente uno podía ser un megacrucero con una capacidad máxima de 5.000 pasajeros.

Este acuerdo se alcanzó sin el beneplácito de Puertos del Estado, que es el que tiene las competencias sobre los puertos de interés general de Baleares, entre ellos el de Palma. Hasta la fecha, ningún portavoz del ente portuario estatal se ha manifestado respecto, pese a las peticiones realizadas para valorar el acuerdo de Hamburgo. Se da la circunstancia de que el puerto de Palma, por ser de interés general, no puede denegar el atraque o llegada de ningún buque, sea o no un crucero. El Estado es el único que está autorizado para ello, lo mismo que hizo en su día para prohibir la llegada de cruceros internacionales a los puertos españoles por la pandemia.

Comercialización

Navieras y consignatarios coinciden en señalar en que las escalas previstas para este año en Palma ya están comercializadas, porque muchas navieras las tienen introducidas en sus sistemas de reservas. Es por ello, que abogan porque con los debidos controles se puedan realizar el mayor número de escalas previstas.

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El Govern tendrá ahora que dilucidar si acepta o no la nueva propuesta de las navieras ante la actual coyuntura e inicio de la campaña fuerte de cruceros en el puerto de Palma.
«Lo lógico es dejar la programación de 2022, porque las excepciones fijadas por el Govern sin el visto bueno de Madrid no se ajustan a la legalidad vigente. Durante este año se puede negociar todo con más tranquilidad y plasmar un documento base que regule la actividad de los cruceros a partir de enero de 2023. Entendemos la presión que recibe el Govern y que busca la máxima sostenibilidad de un puerto como el de Palma, pero está en juego el futuro de un segmento turístico como el de los cruceros que tiene un impacto económico sobre el tejido productivo de Palma y de Mallorca», puntualizan desde navieras y agentes consignatarios del puerto.

Las navieras, por su parte, se comprometen a entregar a la mayor brevedad el estudio de impacto ambiental al que se comprometieron, ya que coinciden con el Govern en apostar por la sostenibilidad y preservar la calidad turística de un destino como el puerto de Palma para hacerlo más competitivo respecto al resto de puertos mediterráneos.

CLIA: «Los cruceros generan en Balears más de 500 millones y mantienen 4.000 empleos»

La Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA) quiere continuar su cooperación con el Govern para ayudar a Mallorca a abordar sus necesidades específicas en términos de gestión del turismo. El director de CLIA-España, Alfredo Serrano afirma: «Como un importante destino de cruceros, la actividad contribuye significativamente a la economía de Balears, donde la industria genera más de 500 millones de euros y apoya alrededor de 4.000 empleos». Serrano añade que tras el acuerdo alcanzado en Hamburgo con el Govern a finales de diciembre, toman nota del nuevo marco que el destino pretende llevar a cabo. Al mismo tiempo, puntualiza: «Apoyamos sus objetivos de velar por la convivencia armónica entre residentes y turistas. Este enfoque ilustra el compromiso de CLIA de trabajar con los destinos más visitados del mundo para colaborar en la gestión de estos en el largo plazo».

La director general de CLIA en Europa, Marie-Caroline Laurent, señalaba en diciembre: «La custodia de los destinos es uno de los principales ingredientes del turismo responsable y CLIA y las navieras que forman parte de la asociación colaboran con autoridades locales, puertos y otras organizaciones en iniciativas de turismo responsable que ayuden a preservar la integridad, el patrimonio cultural y la belleza de los destinos».
La patronal de navieras de cruceros afirma que el objetivo final de las empresas es brindar una experiencia de gran calidad a los pasajeros y «compartimos con los destinos la necesidad de que las comunidades locales se beneficien de las ventajas sociales y económicas del turismo». Laurent añade: «Cada destino es único y continuaremos cooperando con las autoridades locales para facilitar al destino continuar prosperando gracias al turismo responsable».