El Índice de Desarrollo Humano mide el bienestar de las personas en base a la salud, educación e ingresos.

El nivel de bienestar social en Baleares, medido en términos del Índice de Desarrollo Humano (IDH), se sitúa ligeramente por debajo de la media española pese a tener un valor considerado como muy alto y al nivel de la mayoría de países de la Unión Europea. Así se desprende del análisis del Institut Balear d'Estadística, que ha calculado el valor de este indicador en las Islas con los mismos parámetros con los que lo elabora la Organización de Naciones Unidas (ONU) para 194 países del mundo.

El IDH es un indicador de referencia mundial que mide cada año, desde 1990, el bienestar de las personas en función de tres dimensiones básicas: salud, educación e ingresos. Su valor oscila entre un máximo de 1 y un mínimo de 0 y Balears obtuvo en 2017, último año con datos disponibles, una puntuación de 0,866, ligeramente por debajo de la del conjunto de España, de 0,891.

Mejora

Desde la Direcció General de Model Econòmic del Govern valoraron que las Islas han mejorado su valor consecutivamente desde el 2010, cuando obtuvieron un IDH de 0,840 y que el valor de las Islas se encuentra al nivel de los países europeos, como se aprecia en el gráfico. En este sentido, indicaron que Balears está próxima al grupo de regiones con un IDH muy alto, que es de 0,894. A nivel mundial, las Islas ocupan el puesto 33, por detrás de España que se sitúa en el 26, de un total de 194 países. El primer lugar es para Noruega, con un IDH de 0,953, mientras que en último lugar aparece Níger, cuyo IDH es de 0,354.

Este índice se calcula a partir de cuatro componentes: la esperanza de vida al nacer, la esperanza de vida escolar a los seis años, la media de años de escolarización de la población de 25 años o más, y el nivel de renta bruta per cápita. Balears obtiene resultados relativamente altos en cada uno de los indicadores aunque el abandono escolar temprano es uno de los principales que le relega a situarse por debajo de la media estatal.

Así, un alumno de Baleares presenta a los 6 años, cuando inicia la etapa de escolarización obligatoria, una esperanza de vida escolar –es decir, el número medio de años que previsiblemente estará en el sistema académico– de 14,7 años, una cifra por debajo del dato nacional, fijado en 17,9. Australia, con 22,9 años, tiene la cifra más elevada, seguida de Dinamarca, Bélgica, Islandia e Irlanda, con más de 19 años. En el lado opuesto está Sudán del Sur, con una esperanza de vida escolar de tan solo 4,9 años.