Pacientes esperando ser atendidos en una de las múltiples salas de espera de las que dispone el hospital Son Espases. | Jaume Morey

Un total de 378.864 consultas programadas por el IB-Salut se han cancelado, en los ocho primeros meses del año, por no presentarse el paciente, casi 1.600 diarias y un 2,25 % más que en el mismo período del año anterior. De enero a agosto de este año se han programado 6.145.553 consultas (5.266.956 en los centros de salud y 76.886 citas en los hospitales) de las que un 6,16 % no se han podido llevar a cabo por la incomparecencia del paciente.

Conseguir una cita con el médico especialista en la sanidad pública no es fácil, por lo que sorprende que casi 77.000 personas hayan decidido no acudir a la consulta previamente concertada. De hecho, según los últimos datos de la lista de espera, a 31 de julio había 31.515 pacientes esperando cita, con una media de 31,44 días de espera.
«No hay que ‘criminalizar’ al paciente por no acudir a la cita que tenía concertada», afirma Francisco Cárceles, subdirector de Atención Hospitalaria del IB-Salut. «Pedimos a los pacientes que, en caso de no poder acudir, anulen la cita y así la podrá usar otra persona», añade Cárceles.

Desde el IB-Salut afirman que la no comparecencia del paciente «más que un coste económico es un coste humano. Si el paciente no está se llama al siguiente de la lista. Estamos trabajando para bajar las listas de espera, pero para ello también es importante la colaboración de los usuarios», explica Cárceles.

Los motivos por los cuales un paciente deja de acudir a una consulta pueden ser «múltiples y variados» en palabras del subdirector de Atención Hospitalaria. «Hay pacientes mayores que se olvidan de que tienen una cita y otros a los que les surge algún problema y no llaman para cancelarla», comenta Cárceles.

El presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, sugirió en el año 2014 que ante determinadas situaciones se sancionara a los ciudadanos por hacer un «mal uso de la sanidad». La propuesta cayó en saco roto y en ningún momento se ha planteado la posibilidad de multar a los pacientes. «No creemos que se tenga que multar a nadie. Lo que hay que hacer es concienciar a la población para que sepa lo importante que es cancelar una cita cuando no se puede ir al médico», insiste Cárceles.