Ingredientes de la tierra
La receta que le ha llevado al éxito, lleva el nombre de “Mosaico de Invierno”y constaba de Salmón relleno de verduras de temporada y acompañado de pasta fresca, ingredientes impuestos por el concurso. Para “formenterizar” el plato, Padilla usó trigo de la variedad “xeixa” de Formentera para elaborar la pasta fresca y en la salsa francesa incluyó vino blanco de es Cap y hierbas aromáticas de la isla, especialmente la apreciada lavanda.
¡A la final!
Una vez superado el trámite y con el visto bueno del jurado, ahora llega el momento de la verdad y para alzarse con el premio, Padilla deberá ser el mejor cocinando unas chuletas de cerdo con verduras de temporada, con ñoguis como acompañamiento y una salsa a su elección. Padilla dejaba claro “Al plato voy a volver a ponerle matices de mi isla, pero aún no se cuales”. La cocina no deja espacio a la improvisación y David ya está investigando que le queda mejor a las chuletas.
El primer premio es una beca del 100% para estudiar un diploma valorada en más de 23.000 euros y el segundo otra beca del 100% para estudiar un Certificado valorada en más de 8.500 euros. Los estudios se cursaran en la prestigiosa escuela.
Tercer puesto en GM Chef
El pasado mes de noviembre, David Padilla logró el tercer puesto en el concurso GM Chef, con una tapa muy formenterera. Un cucurucho de arroz a banda, hizo las delicias del jurado presidido por el chef con 10 estrellas Michelín, Martín Berasategui. Este podio le ha valido a Padilla, un periodo de prácticas de tres meses en el restaurante con dos estrellas Michelín, Les Cols de Fina Puigdevall en Olot (Girona).
La “deconstrucción” del arroz a banda tradicional, en formato de cucurucho y con productos autóctonos de Formentera le llevó a David varios meses de investigación en los que “me di cuenta del enorme esfuerzo que supone crear un plato nuevo”.
En el certamen gastronómico participaron más de mil alumnos de 159 escuelas.
Seguir en la Universidad
A pesar de los éxitos, David lo tiene claro y sigue con su formación en la Universidad de Barcelona en el módulo de Ciencias Culinarias y Gastronómicas del centro universitario de Turismo.
Cuando acabe el curso aprovechará su estada en el restaurante 2 estrellas y para el verano se le espera en la cocina del restaurante Molo 47 de Formentera donde seguirá trabajando lo aprendido para suerte de los comensales de este establecimiento de La Savina.
Un hombre familiar
Una de las cosas que peor lleva David de estar estudiando en Barcelona, es estar alejado de su familia y su entorno. Los primeros pasos en la cocina fueron de la mano de su abuela con la que aprendió a empanar bistecs y a elaborar ensaladilla rusa y su abuelo sigue enseñándole platos tradicionales. Además le encanta practicar deporte rodeado de los suyos.
Cuando pase el verano a Padilla, le gustaría seguir viajando por el mundo, para conocer otras culturas gastronómicas y otros ingredientes y seguir formándose.
Respecto a la cocina que se ofrece en Formentera, Padilla echa de menos más cocina tradicional en los restaurantes de la isla “la oferta es muy abierta, cocina italiana, japonesa... Pero que sentido tiene venir a una isla con ingredientes espectaculares y una gran tradición culinaria y seguir comiendo pasta o tiramisú, en lugar de un buen arroz con pescado o un flaó”.