Dubravka Ugresic. Zorro. ALIANZA LITERARIA.
Mi fascinación por la escritura de Dubravka Ugresic vino a partir de mi lectura de su libro No hay nadie en casa (2009), un compendio de artículos, ensayos y textos sobre una variedad de temas muy interesantes que tocan todos los aspectos de la vida que la rodean (el exilio, el término ‘identidad’ como algo repulsivo, las falsas verdades, los nacionalismos, la fama y la esclavitud…). Esta escritora croata nunca se pone límites; explora todas las maneras de nuestro existir, y va a donde sea para conseguirlo. Zorro es su gran libro. La gran obra en la que pretende reivindicar el poder de los relatos. Cuando entras en ella, ya es imposible salir, porque es como si tú mismo te convirtieras en un zorro que va siguiendo un camino subterráneo de galerías y no pudieras encontrar la salida. Porque este zorro es el nexo de unión (casi invisible) de las seis partes en que se divide el libro, muy marcado por la experiencia vital de la autora, y que tiene siempre como motor narrativo la obra del autor ruso Boris Pilniak: «Un cuento sobre cómo se crean los cuentos». Según este último, el «zorro es el dios de la astucia y la traición. Si el espíritu del zorro penetra en un hombre, la estirpe de este hombre está maldita. ¡El zorro es el dios de los escritores!». El libro comienza con una pregunta retórica: «De veras, ¿cómo se crean los cuentos?». Los mismos escritores evitan contestarla, porque quizá no saben la respuesta, afirma ella. Y, en realidad, durante todas las páginas del libro intenta ir a la caza de una respuesta válida, al tiempo que lleva a cabo una crítica mordaz de numerosos aspectos de la realidad actual. Especialmente, del sistema cultural y, en concreto, del literario. Por ejemplo, la sustitución del academicismo (universidades) por la industria (ventas, talleres de escritura), hecho que ha supuesto un duro golpe. Zorro es el libro que me gustaría haber escrito, porque enlazar vida, muerte y literatura es algo que muy pocos sabrían y podrían conseguir. Ugresic lo ha hecho, y extremadamente bien.