Sergio Ramos se disfrazó, por enésima ocasión, de salvador de un Real Madrid al límite en el físico y atascado ante una defensa de cinco del Real Betis, que con orden tuvo al equipo de Zinedine Zidane al límite, obligado de nuevo a remontar para volver a mandar en LaLiga Santander (2-1).
El fútbol es un estado de ánimo y hay semanas que son auténticas montañas rusas de sentimientos. La vivió el Barcelona para pasar de una gesta europea histórica a un traspié liguero en Riazor que dejaba al Real Madrid la posibilidad de volver a tomar el mando liguero. Se esperaba fiesta en el Santiago Bernabéu pero la realidad fue bien distinta.
Y eso que salió volcado, con una salida en tromba el Real Madrid en una apuesta de Zinedine Zidane por el talento. Sin Bale aumentaba la presencia de centrocampistas para dar argumentos de un fútbol más vistoso a los que comienzan a señalar a la BBC como factor clave de falta de equilibrio. Juntó a Isco y James con Modric. El buen trato de balón estaba asegurado. Ya sólo faltaba encontrar soluciones de como leer una defensa poblada del rival.
Comenzó con movilidad, todos los madridistas muy participativos en ataque. Lo mismo aparecía Morata por la izquierda que se desmarcaba por la derecha para elegir mal en la finalización. Con todo para chutar, Isco para marcar en el pase corto, buscó a Cristiano en el segundo palo. El portugués también probaba a Adán en la siguiente jugada. James lo hacía con otro zurdazo. Isco rozaba la escuadra con otro disparo lejano. El Bernabéu disfrutaba.
Aguantaba en pie el vendaval un Betis con las ideas claras. Defender bien era la clave. Estar juntos y lanzar ataques con velocidad buscando el peligro de Rubén Castro. Así probó a Keylor tras un error de Kroos en la salida de balón. Parecía enchufado el portero costarricense que con una salida rápida evitaba otro intento del delantero bético.
Nadie esperaba otro bajón en el rendimiento de Keylor, alejado de su versión fiable este curso, sin poder agarrarse a un nivel regular. En tres minutos pudo ser expulsado, al chocar en una salida del área con Brasanac, y se metió un gol en su propia portería. El centro atrás de Durmisi lo finalizaba Sanabria con un disparo raso, sencillo para el portero madridista, que con el cuerpo en el césped veía como se le escapaba el balón y al intentar atajarlo con el guante derecho lo empujaba dentro de su portería.
Fue un golpe inesperado que no encajó bien el Real Madrid, lento en su lectura del juego y sin encontrar soluciones para romper las líneas unidas del rival. Necesitaba el factor sorpresa y nadie lo representa mejor que Marcelo. Una de sus subidas acabó con un centro preciso a la cabeza de Cristiano. Entre tres centrales se buscó el espacio para rematar con comodidad el empate a la red.
En la reanudación se esperaba un inicio similar al del primer acto del Real Madrid. No llegó y fue el Betis el que con confianza al no pasar apuros, incluso pudo volver adelantarse. Brasanac remataba y Keylor realizaba una parada para intentar silenciar los silbidos de su propia afición.
Rubén Castro disfrutaba de una doble ocasión y el Real Madrid demostraba el poco equilibrio que tiene sin la figura de Casemiro. En ataques estaba espeso de ideas. El plan para el partido de Zidane no había funcionado y necesitaba cambios. Tardó en hacerlos. Mientras Kroos, que realizó un gran desgaste omnipresente en el centro del campo, buscaba sin éxito la escuadra.
Entraban en escena Lucas Vázquez y Benzema, que descargaba cada jugada para intentar descolocar a los centrales. En una acción arrastró a la defensa, dejó el balón a Isco que vio el desmarque de Cristiano que perdonó. Su disparo acabó de nuevo en el lateral de la red.
Siempre eléctrico Lucas provocaría el cambio del partido en la recta final. En el minuto 78 era derribado por Piccini, único amonestado bético, que recibió su segunda cartulina. La avalancha blanca llegaba una vez más. Obligado a la heroica ante la falta de fútbol. Cristiano controlaba mal en una clara acción para marcar y antes de lo habitual, a nueve del final, aparecía el centro de Kroos y la cabeza de Ramos para dar el triunfo.
Es la Liga de Ramos. Si el Real Madrid acaba consiguiendo su gran objetivo del curso será gracias a su capitán que se ha acostumbrado a disfrazarse de salvador. Para ello tendrá que mejorar el físico como demostró el final de partido. El Betis con diez le acabó encerrando y Keylor tuvo la oportunidad de resarcirse de su error en el añadido. Voló a un testarazo perfecto a la escuadra y sacó una mano que da puntos y devuelve el liderato.
10 comentarios
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Manos es a manera, como Ramos es a .......
Se tendria que repetir el partido. el Betis ha salido perjudicado y le han robado el partido en el Bernabeu.
Penalty de Carvajal no pitado, Navas debió haber sido expulado y además las cámaras de Cuatro cazaron a Mateu Lahoz diciéndole "buena parada" al concluir el partido. Vergonzoso. Seguid llorando merengones que ni las ayudas arbitrales impedirán que esta temporada os quedéis en blanco. La flor de ramos se acabará pronto.
Con la inestimable colaboración arbitral, como de costumbre. Y los merengutanes llevan llorando desde la épica remontada del pasado miércoles. Patéticos.
Tremebundo penalti de Carvajal y tremebunda entada de Navas que era roja. Por supuesto que, en este caso, son cosas del futbol. Nadie de la Prensa nacional habla de robo ni hace encuestas ni piden repeticiones. Faltaría. Que cinismo.
El Madrid ... ROBA, el Barça ... ROBA i la resta es barallen com curtets, per lo que deixen aquets dos. I encara n'hi ha gent que els defensen !!! !!!
Mamaaaa, mamaaaaa, cómprame la camiseta del R Madrid.- Hijo, ¿la camiseta de Ronaldo? - No mama, la del árbitro que es mas bueno.
Vamoooooos culés decid conmigo: Hala Madrid!!!
Como siempre Madrid y Barça recibiendo ayudas. De los colegiados. Y de la agencia tributaria. ¿Porqué no abonan sus deudas?
El arbitro para variar de nuevo da la Victoria Al Madrid.