Rio Natura Monbus Obradoiro (12+18+30+17): Haws (11), McGrath (10), Brown (14), Waczynski (6) y Caloiaro (2) -equipo inicial-, Triguero (11), Pustovyi (2), Yusta (10), Bendzius (11), Pozas y Chagoyen.
Laboral Kutxa (24+11+23+21): Causeur (19), Hanga (20), I. Diop (4), Tillie (5) y Adams (14) -equipo inicial-, James, Bourousis (13), Blazic (4) y Bertans.
Árbitros: José A. Martín, Antonio Conde y Carlos Peruga. Adams (min.40) y Brown (min.40) fueron eliminados por cinco personales.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Coliseum de La Coruña ante unos 10.000 espectadores.
El Laboral Kutxa sufrió para conseguir la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey, y de hecho no lo hizo hasta el último segundo de un partido que el Rio Natura Monbus Obradoiro llevó al límite gracias a su entrega, trabajo y lucha (77-79).
Una defensa en zona y unas ganas inmensas de salida le valieron al Obradoiro para comenzar su partido de cuartos de final ante el Laboral Kutxa con un marcador favorable de 6-0 (min.1.30) con la consiguiente algarabía de la grada del Coliseum.
La réplica vino de la mano del francés Fabien Causeur, que robó y anotó en la contra dos balones de oro para empatar a 6 (min.3.30). Darius Adams, en la siguiente jugada, anotó un triple (6-9) que dio la primera ventaja a los vitorianos.
Pasada la efervescencia de la salida, el Obradoiro intento poner un alto ritmo al partido, pero se encontró con un Laboral Kutxa muy metido en el choque que no sólo anotó con fluidez, sino que defendió con unas muy altas prestaciones que maniataron las ansias anotadoras locales.
Al final del primer cuarto el 12-24 olió a chamusquina para los intereses gallegos, al no dar con la tecla necesaria para frenar la sangría de puntos del Laboral Kutxa.
En el segundo periodo, Moncho Fernández, entrenador de los locales, cambió la táctica y pasó a defensa individual con una nueva vuelta de tuerca en cuanto a intensidad de sus jugadores.
Costó trabajo, mucho trabajo, pero ese esfuerzo y la tercera personal del pívot griego Ioannis Bourousis en el minuto 13 (16-26), que determinó su paso al banquillo, comenzó a dar frutos poco después.
Muy despacio, pese a las buenas sensaciones que transmitía Causeur, el Obradoiro fue recortando la ventaja apoyado en Santiago Yusta y pese a su escaso acierto desde la línea de tres puntos (2 de 12 al descanso).
Los gallegos se acercaron hasta los cuatro puntos, 26-30 (min.17) y cerraron el segundo acto con un 30-35 que les permitió seguir soñando en el descanso.
El Obradoiro dispuso de un lanzamiento triple para empatar el partido a 35, caso de haber entrado, tras otro inicio lleno de empuje y coraje, que de nuevo Causeur se encargo de enfriar, ayudado por un Bourousis que de nuevo en pista comenzó a dominar bajo los aros.
Con el lanzamiento triple como recurso más utilizado, el Obradoiro se mantuvo enganchado al partido, más por corazón que por buen juego, 44-47 (min.25). Y medio minuto más tarde un triple del lituano Eimantas Bendzius le daba al equipo gallego una nueva ventaja en el marcador (49-47) y licencia para soñar de nuevo.
Juanjo Triguero, en tres ocasiones consecutivas aumentó la renta gallega hasta los cuatro puntos, 55-51 fue la última de ellas, pero el húngaro Adam Hanga sostuvo a los vitorianos en esos momentos difíciles. El tercer cuarto finalizó con un 60-58 y un parcial de 30-23, señal de que la defensa vasca se tomó este cuarto de asueto.
Con dos puntos de ventaja y diez minutos por delante el Obradoiro tuvo que luchar contra el Laboral Kutxa, los nervios y la presión. El Baskonia igualó el marcador (62-62, min.34), pero treinta segundos después, y al límite de la posesión, el estadounidense Donnie McGrath clavó un triple (65-62) que renovó la moral de los locales.
A falta de 2.40 para el final del partido, la igualdad estaba en todo lo alto, 70-69, pero un triple de Hanga y un dos más uno del estadounidense Darius Adams, 70-75 (min.28.30) acabaron de decantar la victoria para un Baskonia que sufrió mucho más de lo esperado.
El Obradoiro siguió luchando y un triple de Brown le permitió acercarse a un punto, 76-77, a falta de 17.4 segundos, pero el sueño de los gallegos no pudo convertirse en realidad y el equipo vitoriano se enfrentará en semifinales con el Real Madrid.
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