Nadal supo aprovechar sendos 'breaks' al inicio de cada set para marcar distancia y plantarse cómodamente en la próxima ronda.
Almagro, que empezó muy bien el partido, se fue desconcentrando con el paso de los juegos debido a su falta de acierto en momentos puntuales, no saber ajustar sus golpes al viento reinante y la calma que mantuvo su rival en todo momento.
Nadal, segundo cabeza de serie del torneo, tras la ausencia del suizo Roger Federer, número dos de la ATP, pronto tomó la iniciativa en el marcador y tras un largo juego se puso 1-2.
Almagro, semifinalista en Buenos Aires y cuartofinalista en Sao Paulo, no dio facilidades al número tres del mundo, al que castigó con bolas profundas y tres opciones de devolverle la moneda a Nadal y hacer un 'break', pero el mallorquín finalmente logró llevarse la primera manga del partido tras 53 minutos.
Este set se cerró con una gran jugada de Nadal, que desde el fondo de la pista, superó con un 'passing' a un Almagro al ataque.
Una de las dudas previas al partido era el estado del tobillo derecho de Nadal, tras la torcedura que le obligó a abandonar antes de tiempo el entrenamiento del lunes, pero el manacorí no dio muestras de dolor en ningún momento.
El partido era intenso e impredecible por las complicaciones extra que suponían las rachas de viento, que provocaron un mayor número de errores no forzados. El propio Nicolás Almagro miró al cielo, enfadado por los extraños que hacía la bola.
Desconcentrado, Almagro se salió del partido al inicio del segundo set, lo que aprovechó Nadal para otro 'break' en el tercer juego y ponerse 2-1. Se mantenía el guión de la primera manga.
Tras la rotura de servicio, llegó el 3-1 y el 4-1, con una nueva rotura de servicio, y los nervios del tenista murciano se dispararon, enfadado con su escasa fortuna con las bolas. Hasta el punto de que, frustrado, llegó a morder una que se quedó en la red.
Nadal, por contra, muy concentrado, se dedicó a aprovechar la situación y cerró con comodidad la segunda manga, que en nada se pareció a la primera, mucho más disputada.
Con este triunfo en Miami, Nadal amplía su ventaja particular ante Almagro, que en sus doce enfrentamientos solo pudo derrotarle en uno, el pasado año en el Conde de Godó.
Nadal dio así el primer paso para lograr su primer título en Miami, el único torneo que se le resiste después de perder cuatro finales (2005, 2008, 2011 y 2014).
El manacorí, que llegaba a Miami con un título este año (Buenos Aires) y que cayó en cuartos de Indian Wells con el canadiense Milos Raonic, se enfrentará en tercera ronda al ganador del partido entre su compatriota Fernando Verdasco y el australiano James Duckworth.
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