Bartomeu piensa agotar el mandato y presentarse a la reelección

Así lo ha anunciado el dirigente durante la asamblea de compromisarios de la entidad que se celebra en el Palau de Congresos de la capital catalana.

Bartomeu, en el informe del presidente, detalló los siete episodios que marcaron la temporada, entre ellos el relevo presidencial, el caso Neymar o el del conflicto que mantiene el Barça con la FIFA.

En su estreno como presidente en una asamblea de compromisarios, el máximo mandatario azulgrana ha reconocido que el curso 2013-2014 fue una de las temporadas «más duras» de los últimos años, en la que sucedieron episodios que «pueden marcar el futuro» del club.

La primera de ellas la dimisión de Sandro Rosell como presidente. Por ello, Bartomeu ha iniciado su discurso destacando la figura de su antecesor, quien dejó la presidencia el pasado 23 de enero, en una decisión que ha calificado como «muy meditada y personal».

«Sandro Rosell explicó sus motivos. Muchos de los éxitos del club son méritos de él. La historia juzgará su paso por el Barça. Muchas gracias Sandro», ha expresado.

No ha rehuido el presidente azulgrana en tratar los asuntos judiciales que han marcado la agenda extradeportiva en el último año.

Ha empezado por el caso Neymar, cuyo fichaje está siendo juzgado por la Audiencia Nacional. En este sentido, ha dejado claro Bartomeu que el club no ha cometido delito fiscal alguno y ha aseverado que «existe una controversia interpretativa» sobre si los impuestos correspondientes a los 40 millones que el club pagó al padre del jugador deben declararse ante el fisco brasileño o español.

«Actuamos dentro de la legalidad y estoy convencido de que la verdad beneficiará siempre al Barça. Hemos actuado con plena conciencia de estar haciendo bien las cosas», ha añadido.

No solo el caso Neymar azota la estabilidad del club, sino también la sanción interpuesta por la FIFA que prohíbe fichar jugadores hasta enero de 2016, debido a irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad.

Ante los socios compromisarios, ha reiterado Bartomeu que se han cometido «errores administrativos», si bien ha considerado que el castigo ha sido «excesivo», por lo que ha comunicado, de nuevo, que los servicios jurídicos del club están trabajando para presentar un recurso ante el TAS con el objetivo de reducir la sanción.

«'La Masia' es un modelo único. La FIFA aplaude nuestro modelo, nuestra apuesta por el fútbol formativo es incuestionable, es un modelo que funciona y funciona bien», ha subrayado.

En su glosa, el máximo mandatario azulgrana también se ha referido al juicio por la demanda de acción social de responsabilidad contra la anterior junta presidida por Joan Laporta, que está pendiente de que el juez dicte sentencia en las próximas semanas.

En este sentido, Bartomeu ha explicado que la demanda se interpuso porque «dos mandatos se cerraron con pérdidas» y ha reconocido que, si bien se trata de «un tema difícil», el proceso habrá sido «bueno para el Barcelona», ya que, de esta manera, se sentará «un precedente».

La situación política de Cataluña, con el debate soberanista en pleno apogeo ante la celebración de la consulta alternativa del 9 de noviembre en el horizonte, también ha copado el discurso de Bartomeu.

Después de que hace unas semanas se confirmará la adhesión del club al Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, ha reiterado el respeto del club para que los ciudadanos catalanes pueden votar para decidir su futuro.

En este sentido, ha recordado Bartomeu el discurso que el expresidente Rosell dijo en la Asamblea de compromisarios del año 2013, en el que se defendía «el derecho a decidir porque forma parte de los derechos fundamentales que deben tener las personas y todos los pueblos».

Bartomeu también ha destacado el «espíritu democrático» del club que, según su prisma, quedó demostrado en el referéndum para decidir la construcción del proyecto de remodelación del Camp Nou y el Palau Blaugrana.

Por último, ha recordado la figura del entrenador Tito Vilanova, fallecido el pasado 25 de abril, con un minuto de silencio y una cerrada ovación.