El colombiano Santiago Giraldo dio la sorpresa al derrotar al español Nicolás Almagro (7-5 y 6-3), en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, en una hora y veintiséis minutos de partido, y dejarle sin su segunda final consecutiva en el abierto barcelonés.
Giraldo, de 26 años y número 65 del ránking mundial, se enfrentará mañana a Kei Nishikori en la final, la segunda de su carrera tras la de Santiago de Chile 2011, que perdió contra el español Tommy Robredo.
Después de dar el golpe de efecto el viernes derrotando al rey del Godó, Rafa Nadal, número uno del mundo, la «bestia» de la tierra batida, Almagro debía asomarse hoy a su segunda final consecutiva en Barcelona eliminando a Giraldo, a quien había vencido las cinco veces que se había cruzado con él en el circuito.
Pero si contra Rafa Nadal el murciano no tenía miedo a ganar, frente al colombiano sí tuvo miedo a perder. A Almagro, que se sabía favorito, le corrió menos la bola en la pista que veinticuatro horas antes y Giraldo lo aprovechó para jugar más cómodo de los esperado.
Tuvo dos bolas para romper el saque del español en el quinto juego y las desperdició, pero no falló en el duodécimo, donde hizo el 'break' que le dio la primera manga (7-5).
Almagro, en cambio, necesitó llegar al tercer juego del segundo parcial para tener su primer oportunidad de rotura en todo el partido. En realidad no tuvo una, sino cuatro, hasta que logró un 'break' que Giraldo lo devolvió en el juego siguiente.
Aquí empezó a ver el 'ex top-ten' mundial, que su rival iba en serio, que sus semifinales en Houston y Viña del Mar de este año no habían sido por casualidad.
El tenista sudamericano, sólido, concentrado, minimizando errores, siguió avanzando en el partido. En semis, apenas estuvo una hora en pista por la lesión de Kohlschreiber, y se le veía fresco. Por lo menos, más fresco -sobre todo mentalmente- que su rival, que ayer se acercó a las tres horas de partido en su duelo con Nadal.
Almagro insistía sobre su revés, pero no encontraba hueco para soltar la derecha paralela y ganar los puntos decisivos. Con 4-3 en el electrónico, Giraldo volvió a romper el saque del español. Definitivamente Almagro estaba contra las cuerdas. Y ambos tenistas jugaron a no perder el último juego.
El colombiano envió larga de derechas su primera bola de partido, y el español, que buscaba que fuera su oponente el que fallara los puntos en lugar de ganarlos él, también malogró una bola de 'break' poco después.
Al final, Santiago Giraldo acabó a lo grande, con un punto directo de saque, en su segunda oportunidad para llevarse el partido. Mañana la espera Nishikori, cuarto cabeza de serie y verdugo de letón Gulbis. La primera final extranjera desde 1996.
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