La historia se repitió con el final de tres días de conversaciones entre los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores sin llegar a un acuerdo, lo que generó que el comisionado de la NBA, David Stern, cancelase todos los partidos de la temporada regular hasta el 30 de noviembre.
Stern declaró que "no es posible, práctico y prudente" para la liga el disputar el calendario completo de los 82 partidos de la temporada regular.
El comisionado reconoció que ambas partes habían hecho progresos en asuntos relacionados con el sistema salarial y de contratos durante las conversaciones de hoy, pero que todo quedó bloqueado cuando se llegó al punto principal del convenio colectivo que es el reparto de ingresos.
Stern reiteró que la liga mantuvo la última oferta del reparto por igual al 50-50, pero que el director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter, respondió que ellos no pensaban ir por debajo del 52 por ciento.
"Él (Billy Hunter) cerró su agenda, se levantó de la mesa para irse de la sala de reuniones", explicó Stern. "Es aquí donde nos encontramos".
Ninguna de las partes ha establecido una nueva fecha para volver a retomar las negociaciones.
Mientras, el presidente del sindicato de jugadores, el base Derek Fisher, de Los Ángeles Lakers, reiteraba que no era el día para llegar a un acuerdo, que los dueños no aceptaban el 52,5 por ciento del reparto de ingresos, Stern cumplió su palabra de más cancelaciones.
"No tenemos ninguna seguridad de cuando nos podemos reunir, pero siempre estamos abiertos a que eso suceda en cualquier momento como ha quedado demostrado anteriormente", comentó Fisher. "Hemos terminado de hablar por hoy y por ahora".
Fisher reiteró que no se había acercado las posiciones en el asunto del reparto de ingresos y dijo que ya no estaban seguros si los dueños iban a ofrecer el 50 por ciento o el 47.
"Lo que está claro es que no vamos a precipitarnos en un acuerdo para los próximos seis años en los que los futuros profesionales puedan verse perjudicados", señaló Fisher. "El problema es que no sabemos exactamente que es lo que ofrecen los dueños en el reparto de los ingresos".
Fisher reiteró que bajar al 52,5 por ciento significaría que los jugadores iban a perder 100 millones de dólares por temporada, si aceptasen un 50 por ciento serían 200 y eso es algo que los miembros del sindicato no están dispuestos a asumir.
Por su parte, Hunter denunció que la liga comenzó la sesión de seis horas de trabajo del viernes con la vuelta a la oferta inicial del 47 por ciento en el reparto de ingresos para luego volver a la del 50.
Sin embargo, Stern rechazó por completo la caracterización que habían dado Fisher y Hunter de la reunión a los periodistas y subrayó que la liga siempre mantuvo el 50 por ciento.
En ese sentido, Hunter fue categórico en la mesa de negociaciones que los jugadores, "de ninguna de las maneras" iban a aceptar el 50 por ciento.
"Derek (Fisher) y yo fuimos muy claros al decir desde el inicio de este proceso que un reparto de ingresos del 50 por ciento para cada parte no iba a ser asumido por los miembros del sindicato", destacó Hunter. "Mucho menos con las concesiones que ya han dado los jugadores en otros puntos del sistema salarial y de contratos".
Hunter reiteró que el objetivo de las negociaciones es conseguir un acuerdo en el que todas las partes tengan que ceder, que no sean sólo los jugadores los que pierdan.
"Está claro que los jugadores hemos hecho concesiones, pero por el resultado de las conversaciones se demuestra que no han sido suficientes para los dueños", comentó Fisher.
Ambas partes también reconocieron que el apartado del tope salarial dentro del sistema económico de la NBA también había generado un gran número de problemas y enfrentamientos.
"Lo que sucede es que los dueños una vez más no actuaron de buena fe en la negociación y se demuestra cuando llegan los puntos claves en los que se espera se acerquen posiciones y se limitan a decir que ellos tienen que cuadrar sus cuentas", denunció Hunter. "La oferta del 50-50 por ciento saben que no es justa y volvieron a engañarnos".
Aunque los jugadores se perderán el pago del primer cheque de salario el próximo 15 de noviembre, cada uno recibirá 100.000 dólares del depósito de compensación que han tenido con el antiguo convenio y que les fue devuelto por la NBA al no haber alcanzado la pasada temporada el 57 por ciento en el reparto de ingresos.
Fisher dijo que ese dinero permitirá que los jugadores no tengan que presionarse para firmar un convenio del que luego se van a arrepentir.
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