«Es casi imposible adelantar a nadie en la salida. Quedarnos con una cuarta posición ya sería muy bueno. Ha sido una crono normal, igual hubiese sido posible quedar un poquito más cerca al final después de todo lo que hicimos. Fue un poco mala suerte, la bandera roja nos pilló cargados de gasolina», lamentó Alonso.
«El juego en la Q3 ha ido diferente a todos los demás; aún así es la mejor clasificación del año, estamos contentos con el coche y ojalá subamos al podio», aseguró el asturiano, que cada vez se ve más cerca de Red Bull.
En este sentido recordó que la escudería austriaca «acaba todas las carreras con dos coches», algo que «puede acabar» en Montecarlo porque se trata de «un circuito muy exigente» en el que «hay que tener especial cuidado para acabar la carrera». «Nuestra estrategia es abierta. Ir a una parada es muy difícil, en teoría ir a dos es lo más lógico», continuó.
Alonso también habló del accidente sufrido por el mexicano Sergio Pérez (Sauber), algo que para él viene a corroborar que la Fórmula 1 es un deporte de riesgo.
«Todas las carreras son bastante tranquilas, pero esto demuestra una vez más que, por muy paquetes que les parezcamos todos cuando ven las carreras desde el sofá, nos jugamos la vida en el coche. Afortunadamente no es lo más normal. Ojalá siga mejorando la seguridad, porque por desgracia hemos visto que es un deporte de riesgo», finalizó.
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