El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo durante el partido. | Efe

Atlético 0 - 1 Real Madrid


Atlético de Madrid: De Gea; Valera, Perea, Ujfalusi, Filipe Luis; Tiago (Juanfran, m. 67), Assuncao, Elías; Fran Mérida (Alberto Perea, m. 75); Reyes (Diego Costa, m. 25) y Forlán.

Real Madrid: Casillas; Ramos, Albiol, Carvalho, Arbeloa; Khedira (Gago, m. 81), Xabi Alonso; Di María (Granero, m. 69), Ozil (Kaká, m. 75), Marcelo; y Cristiano Ronaldo.

Gol: 0-1, m. 22: Cristiano Ronaldo remata un centro raso de Sergio Ramos.

Àrbitro: Turienzo Àlvarez (C. Castellano-leonés). Amonestó a los locales Tiago (m. 33), Juanfran (m. 71) y Diego Costa (m. 89) y a los visitantes Arbeloa (m. 21), Marcelo (m. 45), Cristiano Ronaldo (m. 56) y Sergio Ramos (m. 74).


El portugués Cristiano Ronaldo sentenció la clasificación del Real Madrid para las semifinales de la Copa del Rey en el Vicente Calderón, donde firmó el gol del triunfo contra el Atlético de Madrid, que se quedó sin ilusiones de remontada superado el minuto 20, con 0-1 en el marcador y ya sometido al control rival.

Hoy tampoco cambió la historia reciente de los derbis. Los últimos veinte se han resuelto con empates o victorias del conjunto blanco, que manejó a la perfección su ventaja de dos tantos de la ida y que completó la comodidad del duelo entre su gol y las limitaciones ofensivas del equipo rojiblanco, que echó de menos al argentino Sergio 'Kun' Agüero, su futbolista más decisivo.

Era un desafío muy difícil para el Atlético sin el Kun, baja para el choque por lesión, con la victoria por dos o más goles como único camino hacia la clasificación, con los precedentes de los últimos diecinueve derbis, todos sin triunfo rojiblanco, en contra, y, sobre todo, porque enfrente tenía un rival de enorme potencial.

La ventaja del duelo de ida era del Real Madrid, las obligaciones para el partido de vuelta del Atlético. El escenario inicial del encuentro estaba marcado, era previsible, con el arranque con fuerza de los locales, aunque sin apenas ocasiones, y la tranquilidad de los visitantes de llegar al Calderón con la eliminatoria a favor.

Todo, salvo un mal despeje de Iker Casillas contra el cuerpo de José Antonio Reyes pero que no cogió portería, seguramente estaba en los planes fijados por ambos equipos durante los primeros veinte minutos, sin muchos sobresaltos para el Real Madrid y con esperanzas del Atlético... hasta que el conjunto blanco demostró su pegada.

No falló en su primera ocasión del encuentro, una combinación larguísima alrededor del área local, que tuvo continuación en un pase raso de Sergio Ramos desde la banda derecha y en un remate imparable del portugués Cristiano Ronaldo, que encontró un sitio entre la defensa rojiblanca para rematar sin apenas oposición.

Un golpe durísimo -necesitaba ya tres tantos para equilibrar la eliminatoria- para el Atlético, que sufrió otro de inmediato, con la lesión de tobillo y la sustitución de Reyes por el brasileño Diego Costa, y un gol reafirmante para el Real Madrid, que tenía el duelo donde quería, con 0-1 a su favor y ya con el dominio del partido.

No tuvo el conjunto rojiblanco capacidad de respuesta en el resto del primer tiempo. Sin Agüero ni Reyes, imprescindibles en este equipo, aún más en un encuentro de este nivel, con la obligación de levantar un resultado tan adverso, al Atlético le faltaron muchos argumentos, y no sólo en ataque, para cuestionar la eliminatoria.

No tiró la toalla el conjunto local, pese a la dificultad, con un par de disparos del portugués Tiago y del uruguayo Diego Forlán y una buena ocasión de Fran Mérida en el arranque de la segunda parte, los mejores momentos ofensivos de los rojiblancos, chispazos tampoco demasiado inquietantes para un Real Madrid con todo bajo control.

Porque el equipo blanco casi nunca perdió su concentración, se encontró con un choque mucho más cómodo del esperado, se sintió dominador del partido, tras un comienzo de encuentro con algunas dudas, y observó el paso de los restantes minutos sin problemas relevantes, salvo una ocasión de Diego Costa.

Así cerró su clasificación para las semifinales de la Copa del Rey después de cinco años sin alcanzar esa ronda de la competición, con el Sevilla como último obstáculo hacia la final. El Atlético, eliminado de este torneo y de la Liga Europa, fiará todo el curso a entrar en plazas de Liga de Campeones, de momento a siete puntos.