Sainz y Faria se estrenan como líderes en coches y motos

El madrileño marcó un buen ritmo desde el comienzo de la prueba y aprovechó su destreza en los metros finales para asegurarse la victoria en la primera toma de contacto. Sainz --campeón del mundo de rallys en 1990 y 1992-- no sorprendió por su habilidad sobre el terreno mojado.

Sainz, que se colocó al mando de la prueba antes de alcanzar el segundo paso de control, se movió bien en el trazado altamente resbaladizo en su acceso a Córdoba, donde se puso punto y final a este primer capítulo de competición. El defensor del título no tuvo problemas para adaptarse.

Y es que Sainz es consciente de que --pese a su condición de líder-- no debe apurar todos sus recursos a las primeras de cambio, sabedor de que el Dakar es una carrera que no se gana en un día, pero sí se pierde. El capitaliano cuenta con 1 minuto y 31 segundos de ventaja respecto al francés Stéphane Peterhansel (BMW).

El tercer puesto le corresponde al catarí Nasser Al-Attiyah (VW), que se encuentra a 2 minutos y 16 segundos. Así, Sainz se llevó su decimoctava victoria de etapa en su participación en el Dakar, colocándose así en lo más alto de la clasificación general por delante de 'Peter'.

Además, el también español Nani Roma (Nissan), que llega a la prueba sudamericana «más motivado que nunca», logró la duodécima posición tras finalizar a 17:11 de Sainz. El catalán fue de menos a más y confía en mejorar sus guarismos en días venideros.

Por su parte, el portugués Ruben Faria es el líder en motos. El luso se impuso en la primera etapa para sumar su cuarto triunfo parcial en el mítico 'raid', y aventajó --en casi medio minuto-- a su jefe de filas y ganador el año pasado, el francés Cyril Despres, y más de un minuto, al español Marc Coma (KTM), campeón en 2006 y 2009.

Por otro lado, el también español Juan Pedrero García concluyó en la cuarta posición a 2:15 del luso, en una primera jornada en la que el francés Cyril Esquirol (Honda) se convirtió en el primer accidentado al sufrir un traumatismo de cadera que le hace permanecer ingresado en un hospital cordobés sin riesgos vitales.