El Class Sant Antoni dio este sábado una exhibición ante el débil Tarragona. Los ibicencos no tuvieron problemas para destrozar al colista con su mayor anotación histórica: 121-71, un resultado que dejó claro que el partido no ofreció mucha más historia más allá de los récords. Como el de Zidek y sus 10 triples o la decimoquinta victoria consecutiva. No fue el único inspirado, pues los pupilos de David Barrio acabaron con un 21 de 33 desde el perímetro.
El choque empezó con un triple de Dani de la Rúa. A esto le siguió una canasta de Arqués y otro triple de Gantt. 8-0 de salida y tiempo muerto visitante para intentar frenar un inicio arrollador. Estos primeros compases marcaron el inicio de una cómoda victoria.
La diferencia entre los dos equipos se hacía notar en estos primeros minutos. 12-0 antes de que llegase la primera canasta tarraconense. El Sant Antoni ponía tierra de por medio ante un colista que no encontraba soluciones para superar la buena defensa ibicenca.
El Class iba moviendo el banquillo y el nivel no bajaba. El primer cuarto seguía siendo muy cómodo para los portmanyins. Cuando sonó la bocina, el marcador era de 29 a 10 y el partido empezaba a estar prácticamente sentenciado. Quedaba mucho, pero nada de lo que se veía en el pabellón hacía pensar que el Tarragona pudiese hacer nada contra el vendaval ibicenco.
Los 20 de diferencia llegaron en el segundo cuarto con el 34-14. Estaba muy activo el conjunto local, que quería dejar el choque cerrado cuanto antes. El acierto local fue muy alto, tanto en triples como en lanzamientos de dos. Llovía mucho sobre el aro del Tarragona, que estaba desaparecido en defensa.
Sin historia
Al descanso, 59-32. La máxima había sido de 30 con el 59-29. El 9 de 13 en triples estaba siendo devastador. Gantt había anotado tres de esos lanzamientos desde el perímetro para liderar el ataque ibicenco con 13 puntos y 17 de valoración al descanso. Todo salía a la perfección en el Class Sant Antoni.
El tercer cuarto empezó con un intercambio de canastas, errores y alguna que otra imprecisión. El partido seguía navegando en esos 30 puntos de diferencia. Todo muy tranquilo. Sin nervios ni sufrimiento. El partido iba yendo sobre raíles y la diferencia seguía creciendo. El tercer cuarto acabó con el 87-49 en el luminoso.
Ya no había mucho más que contar. El duelo estaba completamente decidido. Al final, 121-71 con un Zidek desatado en el último cuarto que firmó un total de 34 puntos con 10 de 13 en triples. Victoria fácil ante el colista y ya son 15 triunfos consecutivos.
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