La Peña Deportiva se llevó un nuevo mazazo en el tiempo de descuento. Al igual que la semana pasada en casa ante el Torrent, vio volar dos puntos en su visita al Espanyol B (1-1). Un duelo que se jugó en el RCDE Stadium y en el que los de Santa Eulària se sostuvieron gracias a un gran Pablo Picón para llevarse un punto que pudieron ser tres.
Pronto se vio que no iba a ser un partido sencillo para la Peña. El filial periquito no tardó en demostrar por qué está en posiciones de descenso. Se hizo con el dominio del balón y empezó a llegar al área ibicenca. Por su parte, lo de Gallego buscaban un juego mucho más directo, pero sin éxito, dándole al Espanyol B la oportunidad de volver a iniciar jugada. Antes del cuarto de hora, Picón ya había sacado una gran mano para evitar el tanto de Salazar, que había cabeceado completamente solo en el corazón del área.
El partido seguía con el mismo guion, pero lo que llegó fue el tanto de la Peña cuando se cumplía la media hora de juego. Sanchís robó el balón en la frontal del área, le llegó a Larry, que sin pensárselo, soltó un potente zurdado para poner el 0-1. Gol en la primera ocasión. La séptima diana del goleador peñista.
En el tramo final de la primera parte, el Espanyol B lo siguió intentando y cargó el área pitiusa, pero lo cierto es que la zaga se mostró muy segura y Picón apenas tuvo que intervenir.
Los primeros minutos de la segunda parte fueron igualados, siendo los mejores de la Peña con el balón. Eso sí, en el 53, estuvo a punto de llegar el empate en una contra en la que Caroutas definió falta en el mano a mano. Poco después era Almansa el que controlaba en largo, perdiendo un buena oportunidad. Un minuto más tarde, Salazar estrellaba su remate en el larguero.
El Espanyol B volvía a ser amo y señor del encuentro y las llegas se empezaban a suceder. El partido, poco a poco, se fue convirtiendo un asedio en el que la Peña resistía con una defensa bien plantada y un Picón muy seguro.
Los locales gozaron de varias ocasiones, algunas muy claras, pero el cuadro de Alberto Gallego resistía. Parecía que los tres puntos terminarían volando hacia Ibiza, pero en el 89 llegó el penalti. Manu Castillo saltó a despejar un balón, se llevó por delante al atacante perico y el árbitro señaló pena máxima. Mingo no desaprovechaba la oportunidad y ponía las tablas con un lanzamiento muy ajustado que estuvo a punto de tocar Picón. Jarro de agua fría para la Peña que seguirá en puestos de descenso.
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