La UD Ibiza celebra el segundo gol. | UD IBIZA

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Real Murcia Murcia 0

UD Ibiza UD Ibiza 2

Primera RFEF - Grupo 2 | Jornada 26 | 02/03 12:00 | Final

La UD Ibiza ha dado este domingo un golpe sobre la mesa al imponerse por 0-2 al Real Murcia en el duelo directo entre los dos grandes aspirantes al ascenso directo. El equipo celeste, con goles de Bebé y Javi Jiménez, ha encadenado su sexta victoria consecutiva y le ha ganado el 'average' a su oponente en caso de empate final en la tabla clasificatoria. Mejor, imposible.

En la primera mitad, el conjunto pimentonero parecía tener más el control del juego y estar mejor plantado en los compases iniciales. La Udé no estaba tan cómoda como en anteriores partidos, pero era lógico. Y es que se estaban enfrentando los dos colosos del grupo, por lo que el duelo no tenía pinta de paseo para ninguno de los dos.

Pese a todo, el primero en avisar de sus intenciones fue el conjunto celeste. Bebé, que probó fortuna con su disparo en varias ocasiones, lanzó un chut desde fuera del área que Saveljich repelió con la cabeza a córner antes de que emprendiera rumbo a la portería.

Los murcianos empezaron a volcar su juego por la banda derecha, pero con lo que realmente hizo daño fue con los pases entre líneas. El cuadro local le ganó la espalda más de una vez a la zaga unionista. Ramón Juan salvó la primera con una salida rápida pasado el cuarto de hora de juego para evitar que Pedro Benito rematase el pase filtrado de Joao. Poco después, Davo se quedó frenado en otra situación similar y acabó perdiendo la pelota.

Más clara fue la de Joao, a pase de Davo, en el minuto 26. Ramón Juan metió el pie abajo para desviar la pelota a saque de esquina. El guardameta celeste también estuvo atento al remate de cabeza que se produjo en la ejecución de ese córner.

Los de Paco Jémez estuvieron más cerca de marcar que su adversario en el último tercio de este primer tiempo. Bebé lanzó dos zapatazos desde fuera del área. Uno salió rozando el palo y el otro lo despejó el portero con apuros. Entre medias, López-Pinto había perdonado un contraataque.

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La dinámica del partido cambió por completo en la segunda mitad. La UD Ibiza necesitó poco más de un minuto para romper el cerocerismo y eso condicionó el resto del choque. Gallar se inventó un pase por alto para Bebé, que controló y disparó de primeras para subir el 0-1 al marcador. Golazo.

El golpe tumbó sobre la lona a un Real Murcia que, si bien es cierto que no había arrojado la toalla, se veía sometida por una Udé que empezaba a mostrarse mejor que en el primer tiempo. Además, los pitiusos pusieron tierra de por medio en el minuto 57 con otro gol de bandera. Bebé, tras dejar tirado a Jorge Mier con su recorte, cedió la pelota atrás y Javi Jiménez lanzó un obús a la escuadra casi desde el vértice del área. Espectacular.

No se había cumplido el primer cuarto de hora de esta segunda mitad y el cuadro de Paco Jémez tenía muy encarrilada la victoria. Es más, López-Pinto pudo sentenciar la contienda en el 59, pero su disparo se marchó al palo.

El equipo celeste volvía a coger esa velocidad de crucero de las últimas jornadas y nada hacía presagiar que el Murcia pudiera darle la vuelta a la tortilla. Toral tuvo de cabeza una buena ocasión para recortar distancias, pero su remate forzado lo atrapó Ramón Juan sin problemas.

Por si había alguna duda de que los puntos volarían hacia la isla, el equipo de Fran Fernández se quedó con uno menos en el 77. Ian Forns vio la tarjeta roja directa por una dura entrada sobre Astals, que acaba de entrar al partido en un triple cambio realizado por Paco Jémez.

Pese a estar en inferioridad, de nuevo Toral tuvo la ocasión de marcar el 1-2, pero Ramón Juan metió una mano brutal para enviar la pelota a córner. El árbitro no lo vio y señaló saque de puerta.

La Udé ya no sufrió mucho más, pero vio cómo se quedaba también con uno menos al ver Javi Jiménez la roja directa. Fue el único lunar en un nuevo triunfo de una UD Ibiza que se coloca líder y bate su mejor registro particular de victorias consecutivas en la tercera categoría. Que el ritmo no pare.