En cuanto al partido, en el primer set las cosas se pusieron feas desde el primer momento. El ucraniano arrancó con un 3-0 que ya no permitió al ibicenco volver a meterse en el set. Del 3-1 se pasó al 6-2, luego 9-3 y el parcial se cerró con un contundente 11-3 en cuatro minutos. Un inicio muy fuerte de Nikolenko que demostraba su condición de favorito.
El primer punto de segundo set se lo anotó Alejandro Díaz, que también hizo el segundo. El palista pitiuso quería devolversela al ucraniano, pero este no estaba por la labor y del 0-2 se pasó al 2-2. Esa pequeña reacción no amedrentó a Díaz que había encontrado sensaciones para sumar otros dos puntos (2-4). La batalla estaba servida. Nikolenko se puso por primera vez por delante con el 7-6 y Díaz pidió tiempo muerto. Era clave para el encuentro llevarse este set para evitar jugar sin red las siguientes mangas. El parón no funcionó, pues el ucraniano apretó para poner 10-6 y quedarse a tan solo un punto del set, que cayó con el 11-8.
2-0 en el total y un paisaje muy complicado para Alejandro Díaz, que tenía que ganar todos los sets restantes si quería seguir con vida en los Paralímpicos de París. Las cosas no empezaron bien. El 3-0 de salida ponía las cosas muy negras. Aún más cuando subió el 6-1. El partido entraba ya en el terreno de los milagros. No lo hubo y se cerró con el 11-4.
Una gran experiencia
Más allá de la derrota ante un rival superior, para Alejandro Díaz estar en París ha sido todo un regalo. El ibicenco soñaba con Los Ángeles 2028 y se ha visto pudiendo disfrutar de la experiencia olímpica antes de lo esperado. Su progresión en los últimos meses ha sido muy buena para poder estar en Francia y, sin duda, le servirá como bagaje de cara al futuro y las muchas competiciones internacionales que le quedan por delante. Cabe recordar que también tomó parte en el cuadro de dobles, haciendo pareja con el granadino José Manuel Ruiz, donde cayó plantando cara a la pareja china (3-1).
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Orgullo de ibicenco