La primera parte no fue muy vistosa. Y eso que el conjunto ibicenco no tardó en ponerse por delante en el marcador. Pasado el primer cuarto de hora de juego, una falta lateral ejecutada con potencia por Eugeni la cabeceó Patrick Soko, libre de marca, al fondo de la red en boca de gol.
Los nazaríes, que estaban ejecutando una presión alta, se vieron así contra las cuerdas a las primeras de cambio. Se suponía que eso obligaría a los andaluces a arriesgar algo más, lo que debería provocar más hueco, pero nada más lejos de la realidad. Siguió jugando igual, con un bloque bien plantado en defensa y poca profundidad.
Obolskii trató de poner tierra de por medio en el ecuador de este primer periodo. El ruso cazó una pelota en la frontal del área y buscó un disparo colocado con la zurda que se marchó fuera por poco. Los visitantes dieron la réplica un minuto después, en un disparo de Carlos Pérez dentro del área que taponó la zaga local.
Obolskii pudo dejar encarrilado el partido también en el minuto 35. El ariete, cerca del área pequeña, se revolvió y lanzó un disparo raso que se estrelló en el palo. El rechace le llegó a Unai Medina, cuyo disparo se marchó alto.
En el tiempo de descuento, cuando todo hacía indicar que los jugadores se irían a vestuarios con 1-0 en el marcador, se produjo un susto para la UD Ibiza. Y es que de nuevo Carlos Pérez tuvo una buena ocasión de gol, pero de nuevo la zaga desbarató su disparo y envió la pelota a saque de esquina. En la ejecución del córner, Clavijo tuvo la última oportunidad de este primer tiempo con un tiro desde fuera del área que se marchó no muy lejos de la cruceta.
La segunda mitad tuvo poco que ver con la primera. El peso del partido empezó a llevarlo el filial del Granada. Es cierto que Soko rozó el segundo tanto en el minuto 58 merced a un clamoroso error del portero, al que se le escapó el balón de las manos y este se marchó córner de la misma forma que pudo haber acabado en la portería. Pero eso no fue más que un espejismo.
Lo cierto es que los visitantes empezaron a tener el control de la pelota ante una Udé rácana y desubicada, incapaz de cerrar el choque contra el farolillo rojo. De hecho, hubo fases del encuentro en el que se escucharon silbidos en la grada, algo para nada habitual en Can Misses.
Lassina, al cuarto de hora, obligó a Sequeira a realizar una parada en dos tiempos con un zapatazo desde fuera del área. Rodelas también generó serio peligro con una internada por la izquierda en la que entró hasta la cocina y acabó disparando fuera. También Rodelas tuvo el empate en una contra en la que Sequeira evitó las tablas metiendo una buena mano abajo.
El runrún en la grada era constante. Y es que la UD Ibiza estaba protagonizando sin duda su peor segunda mitad de toda la temporada, por no decir el partido. Con todo, tuvo una oportunidad para poner la puntilla en el minuto 78, en un remate de Gallar en el punto de penalti que atajó el portetro.
Romo introdujo un doble cambio en el minuto 80: Cedric y Tienza por Obolskii y Olabe, pero la historia no cambió. Poco después también entraron Arturo, que hizo su debut, y Arroyo. Los celestes estuvieron prácticamente embotellados en esta recta final de un partido para olvidar en el que, al menos, logró su objetivo: tres puntos que le permiten coliderar la tabla con el Castellón.
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