Una acción del encuentro. | Irene Arango

Al Class Bàsquet Sant Antoni no se le atragantarán las uvas de fin de año. El conjunto de Portmany despedirá 2023 con alegría y felicidad, después de otra exhibición en el estreno de la segunda vuelta. Los jugadores entrenados por David Barrio vencieron con mucha autoridad al Gran Canaria B, por 83-55, en el partido disputado este sábado en el Pabellón de Sa Pedrera ante algo más de 500 espectadores.

El bloque sanantoniense sigue lanzado e intratable. Sellaron su duodécima victoria del curso, la sexta consecutiva, para mantenerse segundos en la clasificación. Los pitiusos continúan detrás del Odilo Cartagena, a un triunfo, ya que los cartageneros no fallaron frente al Sandá Electroclima CB L'Hospitalet (90-68). Sí que cayeron perseguidores de los baleares, como el Maderas Sorlí Benicarló, el CB Prat y el Safir Fruits Alginet. Tropiezos que permiten al Sant Antoni consolidarse como el segundo mejor equipo del grupo Este en la actualidad.

Los de Barrio, con los que no jugaron Llorca (por molestias físicas) y Richards, fueron de nuevo como un motor diésel. Fueron de menos a más, para acabar asfixiando defensivamente a su rival y brillando de nuevo en ataque. Dani de la Rúa dio otra lección, y con 28 de valoración (17 puntos, seis rebotes y seis asistencias) fue el mejor del Sant Antoni. Apoyado por un Joshua Tomaic (12 puntos), que empieza a ser cada vez más determinante; y por un Jordi Grimau (15 puntos) que no debería retirarse nunca. En el bando visitante, Arturo Fernández y Diop acabaron con 12 puntos cada uno.

El partido arrancó con un Gran Canaria B que manejó muy bien los primeros instantes, mandando en el marcador. Urbaniak hizo daño a los locales con dos triples, pero el Sant Antoni no se puso nervioso. Fue poco a poco encontrando su identidad y, con dos puntos de Aleix Haro, se puso por delante por primera vez (12-10). Los sanantonienses no soltaron ya el control, aunque el primer cuarto acabó muy apretado (18-16).

Sin embargo, en el segundo acto los de Barrio fueron un agobio para su adversario, al que le costaba mucho anotar. Todo lo contrario que a Grimau, que con cinco puntos consecutivos puso la primera gran ventaja para los suyos (30-20). Al descanso la renta fue aún mayor (39-25). Algo a lo que contribuyó un gran Tomaic, que se iba a vestuarios como máximo anotador de los locales, con 8 puntos. El canario ha sido un gran fichaje para los pitiusos, con los que cada vez va a más.

El rodillo sanantoniense fue infatigable en el tercer cuarto. No hubo respiro en defensa para el rival, para el que todos sus intentos fueron en vano. Un triple de De la Rúa, más dos libres de Tomaic, todo en una misma acción que tuvieron que discutir los árbitros, fijó el 62-42. El electrónico ya no se movería más en los últimos compases del cuarto.

En el último periodo, el Sant Antoni no levantó el pie del acelerador, para regocijo de los espectadores que asistieron al encuentro, que lo llegaron a celebrar haciendo la ola. Los ibicencos agotaron física y mentalmente a los grancanarios. El 83-55 definitivo no admite discusión: el Sant Antoni es, a día de hoy, uno de los equipos más en forma de la LEB Plata. Lo mejor está por venir en 2024.