En el plano meramente futbolístico, destacó el buen ambiente que hay en el vestuario. «Cuando vas ganando, siempre las cosas van mejor. El vestuario está contento y concentrado», dijo. Eso sí, recordó que la temporada no ha hecho más que empezar: «Esto es muy largo. Quedan muchos partidos por delante. No creo que la temporada se acabe en noviembre. Tenemos que pensar en el partido que viene y no mirar muy lejos porque quedan casi 30 jornadas. Hay que ir partido a partido y ganar lo que se pueda».
Sobre su batalla particular con Cedric por ser el 'nueve' del equipo, comentó: «Yo no pienso sobre si juego o no, sino en estar dispuesto para jugar. Si me toca, mi tarea es dar todo lo que puedo. Cedric es un gran futbolista y una gran persona. Nos llevamos muy bien. Él tiene muchas cosas de las que tengo que aprender. Compito más conmigo mismo. Quiero ser mejor que ayer y mañana quiero ser mejor que hoy. Es un trabajo del día a día».
Las batallas de Obolskii con los centrales empiezan a ser un clásico este curso. Al respecto, dijo: «A veces acabo más cansado y, a veces, menos. Depende del partido y del rival. Creo que es mi tarea como delantero. Tengo que ayudar al equipo, bajar balones largos, pelear con los centrales... Es mi trabajo y estoy acostumbrado a hacerlo».
Los celestes cuentan sus partidos por victorias en Can Misses. En este sentido, indicó: «Cuando jugamos en casa nos va un poco mejor porque jugamos con nuestra gente. Nos apoya. Tenemos que seguir así. Hay cosas que podemos mejorar y dar mejor imagen».
En cuanto a su adaptación particular a Ibiza, dijo: «Estoy bien con el clima y con todo. Lo primero que tengo aquí es el fútbol. Me dedico a eso. El tempo libre lo aprovecho para recuperarme y prepararme mejor».
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