Los dos equipos eran conscientes de lo que había en juego, de la oportunidad que afrontaban para poder medirse en la próxima ronda a un equipo de categoría profesional, por lo que apostaron por alineaciones muy similares a las que venían usando en la competición liguera. Se olvidaron de rotaciones y probaturas para dar paso a la ambición y buscar la victoria. En el Cedé, las únicas novedades remarcables fueron la entrada de Kellyan bajo palos, que cuajó una actuación espectacular, y la suplencia de, posiblemente, su mejor jugador: Marquitos. Por su parte, el conjunto madrileño sólo introdujo tres modificaciones con respecto al once de la pasada jornada liguera, con Jeisson, Pinillos y Nando García ocupando las posiciones de David, Alayeto y Rahim.
La primera mitad estuvo muy igualada. Las prontas internadas de Jeisson y Néstor por el costado derecho, que no desembocaron en disparos a puerta, no fueron más que un espejismo. Los ibicencos supieron contener a los madrileños e incluso disfrutaron de la primera gran ocasión del encuentro rebasado el primer cuarto de hora de juego. Una falta lateral botada por Pepe Bernal la cabeceó Marc Mas con fuerza, pero al muñeco. El propio Mas estuvo cerca de rematar de cabeza un centro lateral en el minuto 26, pero no llegó por poco.
La reacción del conjunto de Alfredo Santaelena fue inmediata, pero Kellyan realizó un paradón ante Néstor para evitar el 0-1 y, acto seguido, detuvo sin problemas un lanzamiento exterior de Mario García. Con todo, el que estuvo más cerca de marcharse por delante en el marcador a los vestuarios fue el cuadro pitiuso. Y es que el larguero se interpuso en el camino del gol de los locales en el minuto 36 tras la ejecución de un saque de esquina en el que Pinillos estuvo a punto de marcar en propia portería.
Tras el descanso, el Rayo Majadahonda comenzó como un tiro. Jeisson y Néstor pudieron romper el ‘cerocerismo' en los primeros minutos, pero el que lo hizo fue Jorge Casado al rematar un córner en el minuto 55.
Se le complicaba la clasificación al Cedé, pero reaccionó a tiempo. Siete minutos después, Pepe Bernal, tras un saque de banda ejecutado por Jaume Villar y prolongado involuntariamente por Ofoli, metió la cabeza en el segundo palo para empatar la contienda. La grada de Can Misses 3 estallaba de júbilo.
El partido entró en un toma y daca continuo, con dos equipos que buscaban insistentemente el segundo tanto. El que lo encontró fue el cuadro de Raúl Garrido a falta de un cuarto de hora para el final. Edu Adell ganó la línea de fondo, centró y la pelota la desvió Aitor hacia su propia portería. El cancerbero tocó el esférico, pero no lo suficiente como para evitar el gol. Se consumó la remontada.
En el tiempo de descuento pudo pasar cualquier cosa. Primero, Pol Ballesteros perdonó el tercero tras regatear a dos contrarios con un solo toque y plantarse solo contra el portero. Su disparo raso se marchó lamiendo el palo.
Luego, los visitantes empujaron continuamente en busca del gol, pero sin suerte. Ya a la desesperada, en el 97, el guardameta Álvaro subió para rematar un córner, buscando la heroica, pero lo que llegó fue la sentencia. El CD Ibiza rechazó el saque de esquina y armó una contra letal que el recién incorporado Toni Penyafort culminó con el definitivo 3-1 a puerta vacía. El Cedé se metió el pase copero en el bolsillo y se opta a jugar contra un grande del fútbol nacional. Toca soñar.
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