A los naranjas les costó más de lo esperado meterse en el partido. Las imprecisiones en ataque lastraron a los locales casi durante un cuarto de hora. A los 13 minutos, el marcador indicaba un 3-6 para los mallorquines, claro ejemplo de que a los pitiusos les costaba ver puerta.
Esto obligó al técnico local a pedir tiempo muerto y la reacción no se hizo esperar. Dos goles en un minuto reactivaron al HC Eivissa (5-6, min 15), que completó la remontada en el minuto 19 con el 7-6.
La igualdad fue la tónica dominante prácticamente hasta el final de este periodo. En los últimos instantes, el conjunto naranja fue capaz de adquirir una renta de tres goles (13-10, min. 29), que se quedó en dos al descanso tras un tanto del Marratxí sobre la bocina.
Tras el asueto, el cuadro pitiuso imprimió una marcha más a su juego y se distanció de seis tantos (20-14, min. 46). Parecía que estaba todo el pescado vendido, pero los mallorquines no arrojaron la toalla. Tiraron de casta y orgullo para reducir la diferencia a tres dianas (21-18, min. 53).
Sin embargo, los pupilos de Eugenio Tilves no estaban por la labor de tirar el partido y regalar el trofeo. El cuadro naranja supo manejar mejor los tiempos en la recta final y acabó ganando por cinco goles, con un disparo final incluso para recuperar la máxima ventaja de seis. El portero lo impidió y se llegó así al final de un encuentro en el que la organización entregó a Marc Torres el premio de mejor jugador.
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