Casi 130 regatistas de 10 comunidades autónomas lucharán desde este jueves y hasta el domingo por los títulos de campeones de España sub-16 y sub-18.
La meteorología será protagonista en una primera jornada para la que se esperan vientos de noreste de entre 20 y 30 nudos y olas de hasta dos metros.
Ajetreada mañana de verificación de material en la explanada del Club Náutico de Ibiza, donde el medidor internacional Javier Blanco ha pasado cuidadosa revista a los cerca de 130 regatistas y los barcos con los que estos participan en el campeonato de España de la clase Ilca 4. Las regatas, si la meteorología lo permite, empezarán mañana a las doce del mediodía.
Velas en mal estado, chalecos que no corresponden al peso del regatista, revisión de mástiles y, en definitiva, de todo lo que los participantes de este nacional deben tener en perfecto orden para cumplir con la normativa vigente y los estándares de seguridad marcados por la Real Federación Española de Vela.
Por tanto, la puesta a punto de las embarcaciones y todo lo que los regatistas necesitan para hacerse a la mar ha encendido la llama competitiva en el nacional que desde mañana y hasta el domingo se disputa en aguas ibicencas. No hay siquiera tiempo para pensar en las condiciones meteorológicas de mañana, que prometen, si se puede salir, una matinal de intenso esfuerzo y mucha pericia.
Cada cosa en su momento. El parte meteorológico prevé para este jueves vientos de componente noreste de entre 20 y 30 nudos de intensidad y olas de hasta dos metros de altura. Al filo de los límites para que este tipo de pequeñas embarcaciones y sus jóvenes patrones (sub-16 y sub-18) puedan izar velas y empezar a luchar por colocar la proa de sus barcos entre las primeras posiciones de la clasificación. Lo primero es la seguridad y si no está garantizada, no habrá pruebas. De todas formas, la previsión es de que el mal tiempo vaya a menos a partir de primera hora de la tarde.
La decisión, de todas formas, corresponde al Comité de Regatas, que será el encargado de evaluar esta y otras circunstancias a lo largo de todo el campeonato de España de esta categoría de una modalidad de la vela ligera que es la antesala de las clases olímpicas. Algunos de estos patrones podrían ser en un futuro próximo olímpicos por España. No se trata, por tanto, de una regata más, sino una importante cita marcada en rojo en el calendario nacional y a la que la federación nacional presta la máxima atención.
Lo cierto es que el ambiente competitivo ya sobrevuela todos los rincones del Club Náutico de Ibiza, entidad organizadora, que esta mañana ha recibido a los deportistas y a sus entrenadores, junto a algunos padres, con todo listo y preparado para que todos se sientan cómodos. Son 130 barcos, y el espacio de la explanada de la Escuela de Vela del CNI está copada de cascos, velas y material por todos lados. El ir y venir es constante, e incluso algunos deportistas ya han puesto en contacto sus embarcaciones en el espejo de aguas del puerto de Ibiza.
La cuenta atrás ha empezado. Mañana, primera jornada con las espadas en todo lo alto en un campo de regatas que se prevé especialmente hostil por las olas, el viento y la lucha enconada que se espera desde el primer instante. En el campo de regatas, 130 deportistas pertenecientes a diez comunidades autónomas pelearán durante cuatro días por hacerse con los títulos nacionales de esta clase en las categorías sub-16 y sub-18.
Andaluces, valencianos y canarios parten como favoritos, aunque siempre con el permiso del resto de participantes. El nivel es alto y cualquiera puede hacer saltar la sorpresa en función de cómo se adapte cada uno a las condiciones.
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