El subcampeón del mundo muerde una de sus medallas. | Marcelo Sastre

Bruno García, que se acaba de proclamar subcampeón del mundo júnior tanto en K2 como en K4, todavía está en una nube. «No he asimilado aún que soy subcampeón del mundo», afirmó el piragüista del Club Náutic Sant Antoni (CNSA) en el homenaje que recibió en Es Nàutic este martes por la tarde.

[El homenaje a Bruno García en el Club Náutic Sant Antoni, en imágenes.]

El ibicenco, acompañado de sus familiares, fue recibido por algo más de una treintena de compañeros de club y amigos, que no dudaron en realizarle un pasillo en su honor, el cual atravesó entre constantes aplauso. Luego, llegó el turno de las felicitaciones, abrazos y fotografías. Nadie quiso perder la oportunidad de inmortalizarse con el doble medallista de plata y autor de la mayor gesta de un integrante del CNSA.

Tras las muestras de cariño, Bruno García y su entrenador Eduardo Prendes protagonizaron una miniconferencia en la que respondieron públicamente a las preguntas del director técnico Kike Mas, la prensa y alguno de los allí presentes. El medallista mundial recordó la anécdota que protagonizó el K4 español en la entrega de medallas, a la que llegó tarde: «Fuimos a saludar a todo el mundo, estuvimos hablando y haciéndonos fotos. Estábamos superfelices y uno por la espalda nos dijo: ‘Oye, que os están llamando'. Estábamos medio llorando y nos tuvimos que cambiar todos. Nos vio todo el mundo y se nos vio todo antes de salir corriendo al podio medio kilómetro, que es poco pero íbamos ya mareados de la competición. Cuando llegamos, vino el director de la organización a echarnos la bronca». Se trata, sin duda, de algo más que recordar en un día memorable.

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El ibicenco considera que no es nadie para dar consejos aún a los más jóvenes del club. Eso sí, dejó claro que lo importante es tener pasión por lo que se hace. «No se me hace pesado entrenar horas porque, al final, disfruto. Vengo porque me lo paso bien y es importante rodearte de amigos para superarte».

El del CNSA agradeció el apoyo recibido durante el campeonato. «No pudo haber gradas, pero se desplazó gente de la península, unas 150 personas. Antes de la final tuvimos que pedirles que no dijeran nada porque nos desconcentraban», desveló el palista, que afirmó que «por resultados es obvio que es el mejor equipo que ha llevado España a un Campeonato del Mundo júnior, con tres oros y dos platas».

El acto se cerró con una proyección de vídeo con diferentes momentos de Bruno García. Fue la guinda de un pastel que supo mejor que nunca en el seno del CN Sant Antoni.